La conquista de Granada
La conquista de Granada
Otra meritoria recuperación
“La conquista di Granata” de Arrieta. Mariola Cantarero, Ana Ibarra, José Bros, Ángel Ódena, David Rubiera, Alastair Miles, etc. Coro y Orquesta Titular del Teatro Real, Coro y Orquesta Sinfónica de Madrid. Jesús López Cobos, director. Teatro Real. Madrid, 7 de julio.
“Merlín”, “Ildegonda”, “Elena e Constantino” y ahora “La Conquista di Granata” han supuesto recuperaciones que realmente han merecido la pena. Afortunadamente además sus notas no se han vuelto a perder en el aire, pues se han grabado en CD. La nueva incursión en el patrimonio musical hispano programada por Emilio Sagi –esperemos que Antonio Moral prosiga con esta política estatutaria- a sugerencias de Emilio Casares desde el ICCMU nos muestra a Arrieta un año más tarde de “Ildegonda”, por lo que existen muchas similitudes entre ambas obras. Las distancia, eso sí, el elemento exótico arábigo, presente en algún acompañamiento de flauta – estupenda Pilar Constancio en su amplio solo del acto tercero- o de toda la orquesta. La partitura, de algo más de dos horas, se desarrolla en tres actos y contiene amplias arias, dúos, páginas corales y dos efectistas concertantes finales de acto, el último casi un himno. Hay mucho Donizetti en el aria del tenor y no menos Verdi primerizo en el dúo entre Muley-Hassem y Zulema –bajo y soprano-, concretamente de “Luisa Millar”, estrenada en Nápoles un año antes. Sinceramente, esta ópera de Arrieta no tiene nada que envidiar, ni en lo musical ni en el libreto, a otras muchas de los compositores italianos reputados de la época. Bien por su recuperación.
El Real ha contado con voces magníficas. José Bros, considerado por la crítica en los Premios Líricos de Oviedo como el mejor tenor de la pasada temporada en España, vuelve a deleitar con timbre y musicalidad. Mariola Cantarero canta estupendamente, fáciles y seguras las coloraturas, atenta al fraseo y a las dinámicas. Ana Ibarra, quien empezó brillantemente su carrera para ser algo olvidada después, puede resultar una sorpresa para muchos. Hace unos meses la pudimos admirar con los “Wessendonk lieder” y ahora se reafirma aquella impresión: voz de soprano con graves, casi dramática, algo “a la antigua” y muy interesante. Estuvo estupenda como reina Isabel. Ángel Ódena, un punto falto de metal, y Alastair Miles, un punto mate, completaron el elenco principal. Coro y orquesta mostraron buen nivel bajo dirección de un López Cobos que dirige este repertorio como lo hicieran en el pasado los grandes Serafín o Votto, aunque ahora los Minkowski y compañía lo enfoquen con mayor ímpetu y ardor. El público disfrutó y lo mostró. Gonzalo ALONSO
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