Gabriel Loidi: historia de balleneros
Gabriel Loidi: historia de balleneros
Gabriel Loidi: “Euskal Baleazaleak” (“Historia de los balleneros vascos”). Grupo instrumental de la Orquesta de la RTVE. Coro de la RTVE. Narrador: Martín Llade. Director: Javier Corcuera. Concierto III del XV Ciclo de Música Coral. Madrid, Teatro Monumental, 22 de junio de 2017.
El compositor vasco Gabriel Loidi (1967) lleva en la sangre y en el corazón la música y las tradiciones de su tierra y no es raro que en muchas de sus ya numerosas creaciones aparezcan temas, ritmos, ecos, resonancias de esa procedencia que él, poseedor de una fácil y bien trabajada técnica, sabe reconducir, transformar, enriquecer y proyectar hacia nuevos estratos en busca siempre de una directa expresividad a través de un lenguaje en el que juegan aparentemente lo tonal o politonal y lo modal, conjugados hábilmente con un notable sentido del ritmo y de la armonía más inteligible y resolutiva.
“Historia de los balleneros vascos” es heredera de “Balea” (“Ballena”), para soprano, barítono, coro y orquesta, estrenada en 2016 en Rentería. En ella se contaba la captura de una ballena en la localidad de Orio en 1901. A instancias de Jon Bagües, director del Archivo Eresbil, Loidi decidió ampliar el radio de acción y contar la historia de los balleneros vascos desde el siglo X hasta principios del XX. La nueva composición es la que ahora se ha estrenado en Madrid, dividida en dos partes de cuarenta minutos cada una y dispuesta para gran coro mixto y un pequeño grupo de cámara constituido por flauta (Eva Álvarez), Carlos Alonso (oboe), Gustavo Duarte (clarinetes), Miguel Barona (fagot), Vicent Puertos (trompa) y Raúl Benavent (percusiones). Más un narrador (Martín Llade).
La música, sobre texto poético-descriptivo en euskera de Agustín Arrazola, que juega con los tiempos narrativos y a veces resulta algo confuso, es fantasiosa y de extracción frecuentemente popular. Una breve introducción instrumental nos sitúa para que escuchemos un primer coro, “Vamos a trabajar” que, de inmediato, nos conduce a la aparición de la ballena y a un pasaje en “ostinati”. Luego, una polifónica “Ave María”, imitaciones, sentidas oraciones, aires de zortzico, (“Llegada a Terranova”), la nostalgia (“Ha entrado la noche”), El conjuro con sus delicadas vocalizaciones, sus murmullos, sus pedales… Motivos y atmósferas variados, ambientales que se alejan de la cuestión central de los cetáceos. Traviesos acentos en “Los curas mejor y pidgin” (lengua mezcla de euskera e islandés) y una danza lenta final más bien triste; hasta que las féminas gritan en nota aguda “¡Ballena! ¡Ballena!”
Todas estas secuencias vienen separadas por la voz del narrador –un emotivo, elocuente, entregado, algo ampuloso Martín Llade, que disfrutó de lo lindo luciendo el acento de su tierra- cuya permanente presencia hace a veces algo tediosa la historia, y adornadas visualmente con un continuo trasiego casi coreográfico de los miembros del coro, que se sitúan en semicírculo, en línea recta, forman grupos diversos… Y perturban no poco la narración, por lo demás estupendamente conducida en lo musical por el gesto claro, conciso y convincente de Javier Corcuera, que tuvo en su mano al bien adiestrado conjunto coral y al excelente grupo instrumental. Arturo Reverter
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