Sevilla: Turina como engranaje

Festival Turina, Sevilla. 4-10 de septiembre de 2017. Distintas sedes.

Ha tomado ya carta de naturaleza en Sevilla, no sin dudas respecto a su continuidad (dependiente en buena parte del Ayuntamiento y de aportaciones privadas), este certamen bianual creado y dirigido por la pianista y docente noruega afincada en nuestro país y profesora en Musikene (San Sebastián) Benedicte Palko. Hemos tenido ocasión de seguir una variada programación que hace llamada a las más jóvenes generaciones, que abre cursos y clases magistrales y que utiliza la música del compositor sevillano como nervadura central, ya presente en la primera cita centrada en la integral de sus “Tríos con piano”, interpretados con solvencia por el Trío Arriaga. Destacamos luego el recital del chelista canadiense Gary Hoffman en un programa Mozart-Mendelssohn que mostró la sobriedad de concepto, la afinación, la calidad sedosa y profunda del sonido, extraído del maravilloso Amati que perteneciera a Leonard Rose. Cristalino y diligente el acompañamiento del sorprendente pianista uzbeco Michail Lifits.

Sorpresa también la que nos causó el joven violinista germano de 25 años Tobias Feldmann, que extrajo los más líricos acentos de su Gagliano de 1769 en una arrebatadora recreación de la Sonata nº 1 de Brahms, bien asistido desde el piano precisamente por Palko. Se augura una gran carrera. De impresionante cabe tachar la apasionada interpretación del “Cuarteto para piano y cuerda nº 2, op. 45” de Fauré a cargo de la violinista Tanja Becker-Bender, la violista Lise Berthaud, la pianista Sofya Melikyan y, de nuevo, Hoffman. La primera –de sonoridad relativamente satinada- y la segunda estuvieron asimismo en la ejemplar ejecución del maravilloso “Quinteto con piano op. 81” de Dvorák, que cerraba en belleza la muestra en el auditorio de Capitanía general.

Entremedias, variadas sesiones en las que se dio ocasión a descubrir partituras raramente programas de Bax, Enescu, Spohr, Ernö Dohnányi, Bloch, Saint-Saëns o Larsson, combinadas con otras más conocidas de Mozart o Beethoven. Buena iniciativa también la de reunir durante cinco días, a las órdenes del alicantino José Rafael Pascual-Vilaplana, a más de cien jovencitos procedentes de distintos puntos de la región para constituir una banda sinfónica que, a falta de un ensamblaje mayor, ofreció cumplidas versiones de páginas de Grainger, Jacob, Schmitt y el propio Turina, de cuyo académico “Quinteto con piano” realizarían días más tarde una notable interpretación Feldmann, Olatz Ruiz Gordejuela, Cristina Santos, Salvador Bolón y Melikyan. Arturo Reverter