Llega la Sinfónica de Bamberg con Ibermúsica
Llega la Sinfónica de Bamberg con Ibermúsica
El próximo sábado 11 de noviembre llega al Auditorio Nacional el concierto de esta agrupación dentro del ciclo fundado por Alfonso Aijón y que forma parte de su gira española, que les llevará también a San Sebastián (9 de noviembre, Auditorio Kursaal), Barcelona (10 de noviembre, Palau de la Música Catalana), donde inaugurarán la temporada del ciclo BCN Clàssics, y Valencia (12 de noviembre, Palau de la Música).
Fiel a su compromiso con la tradición musical checa, la Sinfónica de Bamberg ha diseñado para su concierto en la 48ª temporada de Ibermúsica un programa que incluye obras de dos de los compositores más representativos del país centroeuropeo: Smetana y Dvořák.
La agrupación alemana abordará “Vltava”, uno de los poemas sinfónicos incluidos en Má Vlast (Mi patria), de Smetana; y Sinfonía número 9 “Del nuevo mundo”, de Dvořák, su obra más conocida, compuesta durante la estancia del músico en Estados Unidos en el año 1893. Completa el programa el Concierto para violín, del compositor finlandés Sibelius, coetáneo a los maestros checos.
La Sinfónica de Bamberg estará dirigida por su director titular desde 2016, Jakub Hrůša, y contará con la presencia de la violinista Viktoria Mullova. Fundada por músicos alemanes y checos hace siete décadas, en su repertorio destacan especialmente composiciones de los siglos XVIII y XIX. En esta ocasión, abordarán en concierto parte de Mi patria, una de las obras que ha protagonizado su último trabajo discográfico. La actuación de la Sinfónica de Bamberg supone la primera visita de una agrupación alemana a la actual temporada de Ibermúsica, que ha diseñado un ciclo con una importante representación de orquestas de este país.
Con este concierto Ibermúsica continúa con su temporada más ambiciosa de la última década. Entre el mes de octubre de 2017, y hasta el 7 de junio de 2018, visitarán el ciclo algunas de las mejores orquestas del mundo (Filarmónica de Berlín, Royal Concertgebouw Orchestra, la London Symphony Orchestra o la Gewandhausorchester Leipzig), directores y artistas de la talla de Daniel Barenboim, Sir Simon Rattle, Evgeny Kissin, Juan Diego Flórez, las hermanas Katia y Marielle Labèque, Gianandrea Noseda, Maria João Pires, Vladimir Jurowski o Sir John Eliot Gardiner.
Se escuchó camino de la Luna
La Sinfonía n.º 9 en Mi Menor, conocida como Sinfonía del Nuevo Mundo es la única de las nueve sinfonías de Dvorak compuesta en su totalidad en América, en 1893. Se dice que en 1969 los astronautas estadounidenses la escucharon durante su viaje a la Luna. Su “ortodoxia sinfónica beethoveniana” y una inspiración melódica impresionante hacen que esta sinfonía sea favorita del público en todo el mundo. La sinfonía refleja las impresiones de Dvorak en América en la que se aprecia el ritmo de la música Gospel y de algunas canciones de los indios americanos, sin faltar tonos inspirados en el terruño. Se trata de una de las sinfonías más interpretadas y conocidas del mundo y, junto con el comienzo de la Quinta de Beethoven, el tema principal del último movimiento es el más interpretado del repertorio.
El cuarto movimiento de la Sinfonía del Nuevo Mundo reúne en una sola las principales ideas que forman la obra, una obra aislada que, a modo de poema sinfónico, no sigue la forma característica del movimiento final típico de una sinfonía, sea rondó o sonata. Recopila sus pensamientos, sus impresiones, sus sentimientos sobre una tierra nueva, mestiza, muy distinta a lo que él conocía. Un posicionamiento nacionalista que hace aflorar la diversidad, que lejos de separar, unifica.
Sin embargo, aunque se ha afirmado repetidas veces, no es cierto que la Sinfonía del Nuevo Mundo esté basada en su mayor parte en temas y canciones populares americanas, lo que no quiere decir que el músico checo pudiese o quisiese escapar a la influencia del Nuevo Mundo donde vivía. Por eso, para muchos la Sinfonía del Nuevo Mundo es americana mientras que para otros pasa por eslava. Está compuesta en el Nuevo Mundo pero continuamente evoca al Viejo. Mira a las formas clásicas y academicistas de Haydn y Mozart mientras utiliza el folclore amerindio y negro norteamericanos.
El pájaro de fuego
Del concierto del día 14 con la Orquesta de Castilla y León, dirigida por Andrew Gourlay y con el virtuoso violinista Vadim Repin, destaca el Pájaro de fuego de Stravinski que irá acompañado de la Sinfonía núm. 4 “July” de Rueda, en estreno mundial y el Concierto para violín, op. 82 de Glazunov. Jesús Rueda es el compositor residente de Ibermúsica.
El pájaro de fuego es un ballet de 1910 de Ígor Stravinski basado en historias folclóricas rusas sobre el ave mágica de brillo intenso que es tanto una bendición como una maldición para su captor. La música fue estrenada como un ballet con los Ballets Rusos de Diághilev, la primera de sus producciones con música especialmente compuesta para ellos. Originalmente la música iba a ser escrita por el compositor ruso Anatoli Liádov; pero debido a su retraso para comenzar la obra, Diághilev transfirió la comisión a Stravinski que entonces tenía solo 28 años. El ballet tiene un significado histórico, no sólo como la revelación del compositor (“Fíjate en él”, dijo Diághilev a Tamara Karsávina, quien danzaba el rol principal: “Es un hombre en vísperas de la celebridad…”), sino también por el inicio de la colaboración entre Diághilev y Stravinski que también producirían Petrushka y La consagración de la primavera.
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