Fundación Gómez Martínez: ¿Granada o Madrid?
Fundación Gómez Martínez: ¿Granada o Madrid?
El pasado 26 de noviembre Miguel Ángel Gómez Martínez, director titular de la Orquesta y Coro de Radio Televisión Española, volvió a su ciudad natal y a la orquesta que le vio en el podio con tan sólo siete años de edad, la Banda Municipal de Granada, para estrenar una composición propia en un concierto en honor al Centenario de la Banda en el Centro Cultural Manuel de Falla.
El maestro escribió para esta ocasión Etapas de una vida, que recorre musicalmente la historia de su vida a través de distintas fases en su desarrollo: la niñez, la juventud y la madurez. La compuso pensando en la plantilla de la banda y con la particularidad de que los tres movimientos finalizan con la misma melodía y armonía, pero con distinto ritmo.
Fue su esposa, Alessandra, quien le dio la idea de crear este poema sinfónico. También con ella ha creado la Fundación Internacional Gómez Martínez para la música y las artes escénicas, con el objetivo fundamental del apoyo e impulso a la música, con una especial dedicación a la dirección de orquesta y la composición.
Este gran proyecto, que pretende formar a músicos y directores de todo el mundo, estaba ya cerrando los últimos detalles para llevar a cabo su primera edición en el Conservatorio Superior de Música de Madrid el próximo verano, con el aval de la Universidad Politécnica de Madrid y la propia Dirección General de Universidades y con el apoyo de grandes profesionales de la música como Joaquín Achúcarro, Cristóbal Halffter o Ainhoa Arteta.
Pero, un día antes del concierto, Gómez Martínez, ante las preguntas de un periodista de Ideal sobre sus razones para no establecer la residencia de su Fundación en Granada, no sólo su ciudad natal sino también la de su esposa, respondía que, tras dos años de gestiones con las instituciones granadinas, había tirado la toalla cuando el pasado verano, en los días que actuó en el Festival de Música de Granada ofreció, una vez más, la sede al Alcalde sin recibir por su parte ningún compromiso en firme.
Cuando el periódico estuvo en manos de Francisco Cuenca, Alcalde de Granada, éste llamó inmediatamente al maestro, con quien se reunió en horas posteriores, para comunicarle que esas cartas de Gómez Martínez se habían perdido y que nunca llegaron a sus manos.
Ahora parece que ambos esperan que las comunicaciones fructifiquen y que tanto la sede social de la Fundación como buena parte de sus actividades educativas se desarrollen en la ciudad andaluza.
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