Badajoz, capital de la música
Justo Romero. Badajoz ha sido protagonista excepcional de la vida musical española durante la pasada semana. Entre el 20 y el 24 de febrero la capital pacense ha albergado las actuaciones de pianistas como Till Fellner, José Menor y Noelia Rodiles, un concierto de abono de la creciente Orquesta de Extremadura dirigido por su titular Álvaro Albiach, otro del grupo coral Ars Nova Cophenagen con Paul Hillier y hasta una magistral conferencia de Alfonso Aijón, que disertó sobre el pianista extremeño Esteban Sánchez en el marco del ciclo de conferencias y conciertos que desde hace 16 años organiza la activa Sociedad Filarmónica de Badajoz en recuerdo y homenaje al inolvidable pianista extremeña, fallecido en 1997. Una densa y variada semana musical marcada por la excelencia y la formidable respuesta del melómano público pacense.
Se esperaba con ilusión en Badajoz la actuación del vienés Till Fellner (1972) junto a la Orquesta de Extremadura. En el programa, el Concierto de Schumann. No decepcionó a nadie el pianismo natural, pleno de ideas y estilo, del heredero de Alfred Brendel. Fue una versión de intenso aliento romántico, de detalles y acentos distintivos que rompían lo predecible, pero siempre dentro de la mejor tradición. Un Schumann de tiempos convencionales, a un tiempo canónico y original. Nítido, claro, con valiente identidad y poderosamente imbricado en su universo romántico. Pletórico de esa naturalidad, viveza y apasionado lenguaje que tanto caracteriza la bien perfilada escritura pianística schumanniana. Contó Fellner con el acompañamiento dispuesto y solvente de Álvaro Albiach y de una Orquesta de Extremadura en la que destacó -no únicamente por su particular cometido en esta obra- su clarinete solista.
La presencia de Till Fellner en el Palacio de Congresos de Badajoz no fue el único atractivo de la velada, en la que también se estrenó con carácter absoluto la Cuarta sinfonía de Antonio Cortés, compositor que trabajó en la Catedral de Badajoz en la segunda mitad del siglo XVIII. El recientemente descubierto manuscrito de sus seis sinfonías en el Archivo de la seo pacense es un tesoro rescatado por la Orquesta de Extremadura y su contrabajista el venezolano Miguel Ángel Rodríguez Velásquez, que es quien lo ha localizado entre polvorientos legajos y carpetas. La sinfonía, de apenas 20 minutos de duración, se inscribe en el más genuino estilo clásico. Su corrección formal y sencillez estructural no empaña pasajes de indudable interés y atractivo. Pero inmediatamente después irrumpió el genio arrasador de su contemporáneo Haydn, cuya luminosa, fresca, bienhumorada y siempre genial Sinfonía número 102 eclipsó pronto en las buenas manos de Albiach y de los profesores extremeños el buen recuerdo de la música de Cortés.
A la misma hora y a no muchos metros, la asturiana Noelia Rodiles interpretaba la Musica Ricercata de Ligeti y los “Impromptus opus 92” de Schubert en el marco ideal del Salón Noble de la Diputación de Badajoz, dentro de la Semana dedicada a Esteban Sánchez. Unas jornadas por las que ya han pasado importantes pianistas y personalidades de la música española, siempre bajo el nexo del gran intérprete de la Iberia albeniciana. En este marco ideal el pianista José Menor ofreció su bien conocida y estupendamente grabada versión de “Goyescas”, la obra cumbre de Granados y una de las cimas del piano español. El extenso programa, diseñado bajo el título “Granados y Goya, un mundo de amor y muerte”, se completó con otras piezas goyescas del compositor leridano, sin que faltara a modo de clausura el virtuosístico y exultante El Pelele.
Pero quizá el momento más impactante de esta decimosexta edición de las Jornadas sobre Esteban Sánchez lo protagonizó Alfonso Aijón (Madrid, 1931), quien con verbo claro, franco, agudo, sabio y entrañable, habló sobre Esteban Sánchez, sobre lo que fue y “lo que podría haber sido”. “No he conocido”, reconoció el fundador de Ibermúsica, “ningún otro caso en el que un músico con un talento de semejante categoría se haya quedado en la cuneta. Tenía por delante una carrera brillante, pero no estuvo en las mejores manos. No tuvo suerte en eso, no eran las personas indicadas las que se ocuparon de su carrera”.
Otro momento de entidad lo protagonizó el coro Ars Nova Cophenagen, que bajo la dirección de Paul Hillier ofreció el día 20, también en el romántico Salón Noble de la Diputación y bajo las sugestivas pinturas murales de Adelardo Covarsí, un extenso recorrido por la producción de compositores tan diferentes como Arvo Pärt, Alonso Lobo, John Cage, Manuel de Sumaya o el extremeño Hernando Franco. La bien reconocida calidad del coro danés y la solvencia de Hillier garantizaron la calidad de estas interpretaciones, consecuencia del fructuoso acuerdo suscrito entre la Sociedad Filarmónica de Badajoz y el Centro Nacional de Difusión Musical, en el marco del IX Ciclo de Música Actual.
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