Crítica: El poker del Viñas para el Teatro Real
Conciertos en el Teatro Real
El poker del Viñas
Obras de Verdi, Donizetti, Bellini, Gounod, Massenet, Mascagni y Giménez. F. De Tommaso, L.Bonilla, S.Moon, A.Manea. Orquesta titular del Teatro Real. S. Alapont, director. Teatro Real. Madrid, 15 de abril de 2018.
Gonzalo Alonso
La gala en el Teatro Real con los principales triunfadores supone el acto final del Concurso Francisco Viñas. Nada menos que ya con 55 años de historia a sus espaldas. Sin embargo se conserva joven a tenor de los cuatro cantantes que participaron en la citada gala.
Fue en la década de los setenta cuando se produjo la gran ascensión del certamen creado por el yerno del tenor catalán con el premio a Obratsova, convertida rápidamente en estrella de la ópera. La rumana Miricioiu en 1974, Podles en el 81, Mazzola en el 83, Sumi Jo en 1985 q, Borodina en el 89 o Urmana en el 92 son parte de los hitos de una relación en la que también se hallan Vaduva, Rost, Mazzola, Millo, Schnitzer, Gallo, Rydl, Fraccaro, Gallardo-Domás Nafé, Pierotti, Machado, Sardinero, Orán, Bayo, Fresán, Ombuena, Sala, Rey, María José Moreno… En esta edición participaron 515 artistas provenientes de 60 países.
La gala ha llegado al Real con un poco de retraso, incluyéndose en uno de los ciclos de abono con conciertos dominicales. Aunque en las bases del concurso se incluye que los ganadores han de participar en esta gala, no siempre es posible ya que los cantantes pueden tener contratos firmados con anterioridad. Cuatro de los ganadores se presentaron en Madrid.
El tenor Sehoon Moon, tercer premio, abordó “Ah, Lève-toi soleil” y también se atrevió con el “A te, o cara”, mostrando aptitudes y algún defecto a cuidar, en especial el vibrato. Al barítono Andrew Manea le veremos pronto en papeles entre primer y segundo nivel en los teatros, ya que posee una voz timbrada y técnica como demostró en el difícil “Il balen del suo sorriso” y “Cruda funesta smania”. La soprano Leonor Bonilla, segundo premio, representa la escuela española de las ligeras. Tanto en “O luce di quest’anima” como en la sevillana de “Don Cesar de Bazán” de Massenet o “Me llaman la primorosa”, lució ese encanto que atrae a los oyentes. El ganador, el inglés Freddie de Tommaso, posee decisión, una importante voz de tenor que mostró en las arias de “Il corsario”, “Romeo y Julieta” y “L’amico Fritz”, con cuerpo, caudal y sin problemas en el registro agudo. Posiblemente hará carrera.
Los artistas que participaron en los primeros años llegaban al concurso con una mayor madurez. Hoy día las carreras se han adelantado y quien no haya conseguido un lugar a los treinta años, es difícil que lo logre más tarde. Sin embargo unos primeros premios no deben impedir la continuidad en el estudio.
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