A comienzo de 2018 se estrenaba la película “The house of silence” sobre la vida del cantante italiano Andrea Bocelli. Su figura, una de las más controvertidas del panorama musical, por estar a medio camino entre cantante de música pop y de ópera, suscita un interés abrumador entre los fans  de música moderna y uno más morboso entre sus seguidores más clásicos.

La película, basada en hechos autobiográficos, ha sido escrita y dirigida por Michael Radford (“El cartero”), con la participación del propio Bocelli como guionista. La historia se sucede a lo largo de las diferentes etapas de su vida: La niñez en un pequeño pueblo de la Toscana bajo los efectos de un glaucoma que le privaba de casi toda la visión, la adolescencia en un internado para ciegos en el que pierde la vista definitivamente por culpa de un balón, y el paso a la madurez, en el que contra todo pronóstico, se convierte en un afamado intérprete.

Si el guión no ha enganchado al sector más crítico, sí lo han hecho las actuaciones de Antonio Banderas (“El zorro”) en el papel de profesor y la de Toby Sebastian (“Juego de Tronos”) como el propio Bocelli.

Para el público generalista la película cumple con todos los requisitos: el esfuerzo y la lucha por conseguir una meta, las dificultades que le presenta el destino y su personalidad inspiradora, dejarán satisfechos a los que se animen a verla.