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Cantantes españoles unidos
El Festival de Alicante en la cuerda floja
Por Publicado el: 29/09/2012Categorías: Artículos de Gonzalo Alonso

A trancas y barrancas

 

El mundo de la música empieza la temporada tan cabreado como el resto. Lo están los directores de las instituciones, los promotores y el público. Los primeros porque  cada tres meses les reducen las aportaciones públicas y ya no saben por qué camino tirar para cancelar espectáculos programados con mucha anterioridad. Los segundos porque les han subido el IVA del 8 al 21% y difícilmente pueden repercutírselo de inmediato a sus abonados. Para colmo, si la venta de sus entradas se realiza a través de la página web del INAEM, ven cómo la gente se pierde en ella. ¿Cómo es posible que a estas alturas no se le haya ocurrido al instituto revisar su taquilla por Internet? Los extranjeros no pueden comprar entradas a menos que tengan un móvil español, porque introduciendo uno de fuera se origina un error permanentemente, no permite avanzar y la compra no puede efectuarse. No sólo eso, sino que los promotores privados han de competir con el INAEM que, a pesar de no tener un duro, se dedica a organizar conciertos a través del Centro Nacional de Difusión Musical con las mismas agrupaciones que ellos programan pero a la mitad de precio, porque para eso están los fondos públicos. Y ni siquiera son estudiadas sus peticiones cuando se las plantean al director general.

Por si los promotores no tuvieran pocas piedras en el camino, va el Ayuntamiento de Madrid y prolonga el SER una hora, hasta las nueve de la noche. Con ello es inviable aparcar en plazas verdes, las más numerosas en la zona, porque el sufrido espectador no puede salirse en el tercer tiempo de una sinfonía para poner otro ticket. Para los más de tres mil asistentes cada tarde entre las dos salas, hay sólo 200 plazas azules y 450 subterráneas en 400 metros a la redonda, pero obviamente no todas ellas están libres y reservadas para cuneado lleguen los asistentes a conciertos. Y todas las verdes vacías. El Ayuntamiento no recauda, los promotores con más trabas y el público, en gran parte votante del partido del Ayuntamiento, hasta el moño. En las Ventas se ha permitido pagar cuatro horas de golpe en las maquinitas pero en el Auditorio no. ¿Será porque los toros embisten y los melómanos somos mansos?

Se pide que actúe la iniciativa privada y vale que la ley del mecenazgo esté empantanada, pero no añadamos obstáculos. No es tan difícil hacer bien las cosas.

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