Acoso sexual en la música clásica
Asaltos en vestuarios. Tientas durante las lecciones. Los músicos clásicos revelan una profesión plagada de acoso.
El movimiento #MeToo nació el pasado octubre de 2017 como consecuencia de las denuncias por acoso sexual al productor de cine Harvey Weinstein. Gracias a la expansión viral del hastag miles de víctimas hicieron públicas sus experiencias y se derrocó a prominentes figuras en diversos campos. Para los profesionales de la música clásica, el momento llegaría en diciembre cuando James Levine, director musical de la Ópera del Metropolitan en Nueva York, fue denunciado por abuso sexual. Levine negó los hechos y denunció a la institución. Fue oficialmente despedido en marzo de este año.
El mismo mes de diciembre se hacía público un estudio realizado por la Sociedad Incorporada de Músicos (ISM) en el que se reveló un alto nivel de acoso sexual en el sector de la música clásica. 600 profesionales de la música fueron encuestados y un 65% afirmó haber padecido abuso sexual por parte de sus superiores: directores, profesores u otros músicos. El porcentaje más alto se concentra entre músicos autónomos, un 72%. La mayor parte de los casos ocurren en orquestas y conjuntos musicales, aunque también se detectaron en escuelas y conservatorios.
Dado que la preparación de los músicos ocurre en lugares íntimos como salas de ensayo, cabinas de estudio o clases individuales, y es un campo en el que suele venerarse a la autoridad, Deborah Annetts, directora ejecutiva de ISM, insiste en la necesidad de un código de conducta para el sector así como una mejora en la educación sobre el abuso sexual para cambiar el panorama actual.
Casi tres cuartos de los encuestados declararon no haber podido denunciar los incidentes. En palabras de Annetts: ‘el sector de la música tiene un alto nivel de trabajadores autónomos, lo cual les hace muy vulnerables. En muchos casos los músicos no tienen acceso a la protección o servicios de apoyo a las víctimas con los que sí cuentan otros empleos. Por tanto, es muy común que no se denuncie el acoso sexual por miedo a perder trabajos, el abuso o entrar en la lista negra del acosador’.
Los testimonios recogidos desde entonces, muchos de ellos compartidos por primera vez durante estos meses, comprenden un abanico que va desde el acoso al abuso sexual en todos los niveles, desde profesores locales a estrellas internacionales. Asaltos en vestuarios, tientas en clases individuales o proposiciones indecentes a cambio de formar parte de un programa de renombre son las experiencias más comunes entre las víctimas.
Hay nombres que aún no han salido del armario y andan con enorme miedo. Uno en concreto, famosísimo, teme salir, aunque siempre ha sido cauto. Se insinuaba y dejaba abierta la puerta de su camerino. Pero, quien entró voluntariamente, puede ahora decir que fue con un empujón, porque en esta historia hay mucho aprovechado/a.
Suspenso o cese de actividad de grandes profesionales
Gracias a la visibilización del nivel de acoso dentro de la comunidad musical se han descubierto casos de abuso sexual vinculados a grandes personalidades de la industria. William Preucil, concertino de la orquesta de Cleveland durante 23 años, fue suspendido el pasado julio hasta nuevo aviso al abrirse una investigación por acoso sexual. 12 orquestas internacionales han cortado relación con el director Charles Dutoit tras haber sido acusado por múltiples mujeres. Los responsables de Ópera Tampa cesaron el contrato del director Daniel Lipton por los mimos motivos. Cuatro mujeres acusaron al manager y director de escena Bernard Uzan por discriminación, acoso y abuso sexual. El caso más reciente concierne al director de orquesta Daniele Gatti, director titular de la Orquesta Real del Concertgebouw de Ámsterdam, expulsado de la institución por denuncias de dos mujeres por abuso sexual.
La confianza en el movimiento y la denuncia pública de estos casos han conseguido cambiar el panorama y la conciencia de las víctimas. Como declara la mezzosoprano Erin Elizabeth Smith: ‘el comportamiento abusivo se consideraba normal. Es a partir de ahora cuando se es consciente de que no’.
También incluso supuestas violaciones
David Daniels y su marido Scott Walters fueron acusados de violación. En una noticia de Operawire, el barítono Samuel Schultz afirma que el contratenor y su novio lo drogaron y lo violaron en la habitación de un hotel. Según dicha noticia, después de conocer a Daniels y Walters en una fiesta el 14 de mayo de 2010, en la Ópera de de Houston, tras “Xerxes” de Haendel, protagonizada por Daniels, fue invitado al apartamento donde la pareja se alojaba. Walters le dijo, según Schultz, que mantuviera la invitación en secreto porque la pareja no quería causar celos entre los que no fueron invitados “.
Schultz alega que despertó la tarde siguiente desnudo en una cama solo y sangraba por el recto. Según una declaración que hizo en el Daily News, Daniels le dijo que no se preocupara por “Soy totalmente negativo en el VIH”. Después de la violación, Schultz tenía miedo de hablar y hasta de contárselo a los médicos.
Últimos comentarios