ADIOS PEDRO
En el ano 1973 tuve el placer y el honor de conocer a Pedro Machado de Castro. Yo acababa de ser contratado por la Deutsche Oper de Berlin y él se interesó por hacerme una entrevista para la revista Hilo Musical. Fue la primera entrevista que me hicieron para la prensa española escrita. Desde entonces nos unió una amistad que fue creciendo con el tiempo hasta que se convirtió en entrañable. El siempre organizaba viajes musicales, que formaban parte en cierto modo de sus clases de Apreciación musical, y siempre procuraba que esos viajes fueran a lugares donde yo dirigía.

Estuvo con su grupo repetidas veces en Berlín, en Hamburgo, en Munich, Viena, Mannheim y en muchos notros sitios más. Siempre con el enorme interés de agradar a todos y de facilitar en todo lo posible la solución a cualquier problema que pudiéramos tener. Un verdadero amigo de sus amigos, siempre desvelándose por ayudar a todas las personas que pudiera.

Gracias a él conocí a muchas personas interesantes, algunas de ellas llegaron a ocupar lugares muy importantes en mi vida tanto profesional como privada. Colaboré en varias ocasiones en sus clases de Apreciación Musical, dando algunas conferencias en las que él me daba un protagonismo que yo creo que no me merecía. Pero es que pedro era así: una persona que siempre ponía a sus amigos por delante de él y les convertía en protagonistas de algo en lo que el verdadero protagonismo tenia que haber sido suyo. Por cierto, no voy a decir nada de lo importante que ha sido su labor en cuanto a la Apreciación Musical, porque eso es de dominio público, aunque quizá sí convenga recalcar que su labor no fue reconocida por todos en la dimensión que merece.

Querido Pedro, todos tus amigos te vamos a echar mucho de menos; tu bondad, tu alegría, tú optimismo, tu humor (A veces me llamabas por teléfono a Japón sólo para contarme un chiste), en fin toda tu personalidad. Que Dios te acoja como te mereces y te dé el lugar que te corresponde allá donde estés. Y dale a él también muchas alegrías con tu forma de ser..
Hasta siempre, Pedro.
Miguél Ángel Gómez Martínez
En recuerdo de Pedro Machado de Castro