Adrianne Pieczonka en la Zarzuela, cara y cruz
XXII Ciclo de Lied
Adrianne Pieczonka, cara y cruz
Obras de Schubert, Strauss, Wagner y Korngold. Adrianne Pieczonka, soprano y Brian Zeger, piano. Teatro de la Zarzuela, 5 de octubre.
Afortunadamente la vida está llena de contrastes. Hace unos días Natalie Dessay abordaba en el gran escenario del Teatro Real un recital con poca voz y mucha sutilidad. Ahora le llegó turno a otra soprano, Adrianne Pieczonka, en el más reducido Teatro de la Zarzuela, con mucha más voz y menos sutilidades. Cara y cruz o positivo y negativo según se mire. ¡Lástima no hubiesen intercambiado escenarios!
La soprano canadiense es figura habitual de los más importantes teatros del mundo. Su voz de soprano lírica ancha le ha permitido abordar cada día papeles más dramáticos: mucho Wagner, incluido en el templo de Bayreuth- y Strauss fundamentalmente. Buscó un programa muy apto para el público y para lo que se aviene a su voz, exceptuando quizá el bloque inicial de Schubert, que sólo sirvió para calentar el instrumento y mostrar en “Die Forelle” que gracia, picardía o sutilidad no son sus mejores armas. Se centró ya en Strauss, especialmente en buenas lecturas de “Ruhe meine Seele” y “Zueignung” para dar lo mejor de sí en la segunda parte. Dijo bien los “Wesendonck-lieder, aunque con cierta falta de expresividad que rozaba la frialdad. Se rompió ésta en las cuatro canciones shakespearianas Op.31 de Korngold y sobre todo en las propinas. Tuvo aquí el buen detalle de delicadeza, muy agradecido por el público, de saludar y explicar en un español leído lo que iba a cantar como regalo y, entre ello, incluir dos de la “Siete canciones populares” de Falla -“Asturiana” y “Nana”- que cantó con una dignísima pronunciación. Le reclamaron algo de ópera y se lanzó con “Du bist der Lenz” del primera acto de “Valquiria”. Gonzalo Alonso
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