Aleksandra Kurzak: “Para mí, Tosca es sagrada, ha sido un sueño debutarla”
La soprano polaca cantará L’Elisir d’amore en el Teatro dell’Opera de Roma en lugar de Tosca en Barcelona, que canceló por desavenencias con la producción
Aleksandra Kurzak se siente en su mejor momento. Cantar Tosca y Madama Butterfly tacha de la lista dos sueños de infancia y deja ahora espacio para nuevas ilusiones: Manon Lescaut, Sour Angelica, Fedora, La Gioconda, Aida… Actualmente, la soprano se encuentra en Roma para participar en L’Elisir d’amore, una propuesta que le llegó tras su cancelación como Tosca en Barcelona. “Tosca es sagrada para mí, no quiero destruirla. A mi edad quiero ser feliz en el escenario”, declara en una entrevista para OperaWire.
Este verano, la soprano y su pareja, Roberto Alagna, renunciaron a participar en el montaje con el que el Liceu inaugura el año. Ya entonces diarios internacionales recogieron la opinión de los cantantes, que cancelaron por considerar la propuesta escénica falta de coherencia. “Cuando vi a la gente desnuda sobre el escenario pensé ‘¿qué está pasando aquí?’ No es solo por los desnudos, es todo en general. He visto y yo misma he hecho cosas así en el escenario, así que soy la última en sentir pudor o vergüenza, pero cuando en una producción se decide hacer estas cosas tiene que tener un significado, no puede ser solo una provocación”.
Rafael R. Villalobos, autor de la nueva producción, “destaca la presión política, moral y social sobre el público, en combinación con el universo opresivo que vivió Pier Paolo Pasolini (asesinado por ser considerado enemigo del gobierno) y los tormentos personales de Caravaggio revisitados por Santiago Ydáñez”. Para Alagna, la causa de su cancelación se resume en la falta de coherencia de la visión del director de escena: “Ni Aleksandra ni yo queremos estar involucrados en un proyecto en el que se trata con violencia, sadomasoquismo, pedofilia y desnudez – aunque esto es lo de menos – la Tosca de Puccini. No tiene sentido hacer a Pasolini el personaje principal de esta historia”, concluye.
La cancelación en Barcelona dejó un espacio en la agenda de Kurzak que se ha llenado rápidamente con la invitación de la Ópera de Roma, donde volverá a meterse en la piel de Adina en L’Elisir d’amore de Donizetti. “Es realmente sorprendente cómo este papel aparece en momentos especiales de mi vida. Aunque nunca estuvo realmente planeado para mí, Adina ha aparecido en los momentos más especiales en los últimos 10 años de mi vida: conocí a Roberto cantando el rol en la Royal Opera House en 2012; nos casamos durante la reposición de esta producción en París; supe que estaba embarazada mientras interpretaba de nuevo el papel junto a Rolando Villazón, esta vez en Barcelona; y dos meses después de dar a luz a mi hija iba a debutar en I Puritani en Bilbao, ocasión que tuve que posponer porque no estaba preparada. Cuando pude retomar mis compromisos, se me ofreció participar en L’Elisir de Múnich… y ahora lo canto en Roma, donde estaba deseando estrenarme, lo cual no estaba en mis planes”.
Esta temporada, Kurzak se meterá de nuevo en la piel de Tosca en la Ópera de de Varsovia, ofrecerá un recital junto a Roberto Alagna en la Ópera de Zúrich y participará en la producción de Don Carlo de la Staatsoper unter der Linden.
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