Análisis de la próxima temporada del Palau de les Arts
Casi alla barraca lorquiana
Deslumbra la nueva temporada del Palau de les Arts. Por cantidad, variedad y excelencia. La somera mirada a sus protagonistas y contenidos certifica la entidad de una luminosa propuesta escénica -la decimoséptima- que se ubica como la mejor y más completa dentro de la no muy imaginativa vida musical española. Impresionan los nombres propios tanto como la agudeza y pluralidad de una agenda que combina la vocación para todos los públicos con la mayor exigencia artística. Del barroco a las vanguardias. El lema “Les Arts és per a tots” no es frase tópica y resultona, sino bandera inspiradora que aúna las materias y disciplinas de la que es la propuesta escénica más ambiciosa de la Comunitat Valencia.
Del wagneriano Tristan e Isolde a la zarzuela, al ballet, la zarzuela, el Lied, conciertos sinfónicos, flamenco, las bandas, música contemporánea, un ambicioso programa educativo… Todo está presente y cuidado en un espacio escénico que hoy, como entonces, cuando nació en 2005, hace alarde de su condición de “Palacio de las Artes” antes que encasillado “teatro de ópera”. Un resplandeciente recorrido que surca los senderos de la creación escénica “con la luz como energía motora, y la celebración de la vida como poderosos pilares de cohesión y sentido dramatúrgico”.
Una “celebración” gozosa marcada por la calidad y la exigencia. Diez títulos líricos, todos ellos capitales, se sucederán entre el 16 de septiembre y el 18 de junio, cuando se baje el telón para la última función del Ernani verdiano, que se estrena con una coproducción del Palau de les Arts y La Fenice de Venecia. En medio, acontecimientos tan imprescindibles como Tristan e Isolde (20 abril – 3 mayo), que llega en la exitosa producción de La Fura dels Baus (Alex Ollé) estrenada en la Opéra de Lyon, y dirección del titular, James Gaffigan. En el elenco, a tono con la excelencia de todo, brillan en este retorno de Wagner al Palau del Anillo el tenor Stephen Gould (Tristan) y la soprano Ricarda Merbeth como lírica Isolde.
Otro acontecimiento será el retorno de Gustavo Gimeno al foso en el que ya triunfó en 2015, cuando dirigió Norma a la “diosa” Mariella Devia. Ahora lo hará con otro mito femenino, Jenůfa, que supone el desembargo en Les Arts de la magistral ópera de Leoš Janáček. La garantía de la firma Gimeno avala la calidad de las cinco funciones programadas entre el 19 y 29 de enero. La producción, procedente la Ópera Nacional de Holanda y firmada por la británica Katie Mietchell, será defendida vocalmente por la soprano Corinne Winters en el rol titular. En el cuidado reparto también figuran Elena Zaremba, Brandon Jovanovich, Norman Reinhardt y Petra Lang.
La ópera barroca cuenta con destacada presencia, con dos títulos tan imprescindibles como L’incoronazione di Poppea, de Monteverdi, que llegará al Teatre Martín i Soler en el mes de mayo en una producción conjunta del Palau de les Arts con el Festival d’Aix-en-Provence y la Opéra de Rennes, mientras que Alcina, de Händel, recala el 19 de febrero a la Sala Principal, en única versión de concierto, con Marc Minkowski y sus Musiciens de Louvre. En el rol titular, la mezzo Magdalena Kožená.
No hay fecha ni título exento sin interés. Incluso en los ya muy vistos. Vuelve la plástica producción de La Bohème de David Livermore, que en su día estrenó Riccardo Chailly. Ahora lo hace de la mano de James Gaffigan. En el reparto, el tenor Saimir Pirgu (Rodolfo) y Federica Lombardi como Mimì. Don Giovanni, el burlador mozartiano, volverá en marzo a las andadas por tercera vez, en esta ocasión en la muy premiada dramaturgia de Damiano Michieletto para La Fenice veneciana. El maestro Riccardo Minasi, que tanto deslumbró en el ciclo sinfónico, dirigirá este Don Giovanni cantado por Davide Luciano (Don Giovanni), en el que también destacan Ruth Iniesta (Doña Anna), Elsa Dreisig (Doña Elvira), Riccardo Fassi como Leporello, el tenor donostiarra Xabier Anduaga como Don Ottavio y Gianluca Buratto como consistente Comendador.
Si espectacular es la temporada operística, no lo es menos la sinfónica, con algunos primeros espadas internacionales, como Gustavo Gimeno, que el 26 de enero aterriza en su ciudad natal con un monográfico Brahms que casa la Primera sinfonía con el Segundo concierto para piano y orquesta, que contará con la presencia solista de Javier Perianes. James Gaffigan dirige un total de tres programas, en los que, entre otras obras, incluirá músicas de Esplá (El sueño de Eros), Prokófiev (Romeo y Julieta), o la monumental Segunda sinfonía de Mahler, el 10 de febrero, en concierto repetido un día después en el Auditori de Castelló. Pablo González, Vasili Petrenko, Fabio Luisi, Antonello Manacorda o el colombiano Andrés Orozco Estrada convierten al podio de la Orquestra de la Comunitat Valenciano en lugar privilegiado del sinfonismo español.
No anda a la zaga el exitoso ciclo de Lieder, que en esta edición, y como ya es feliz costumbre, trae lo más granado de la lírica. Aparte de las actuaciones de Juan Diego Flórez y Cecilia Bartoli, se sucederán las actuaciones de las sopranos Marina Rebeka y Nadine Sierra, la mezzosoprano Marianne Crebassa y los barítonos Christian Gerhaher y Andrè Schuen.
En definitiva y abreviando, una temporada afinadamente calibrada y estructurada, en la que la calidad se alía con lo popular para romper elitistas carismas. Una oferta luminosa y disfrutable por todos los públicos. Un festín sonoro y teatral en el que la excelencia adquiere rango natural. Casi alla barraca lorquiana. Justo Romero
Publicado en el diario Levante el 4 de junio de 2022.
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