Andreas Scholl, todo menos una gran voz
Grandes Voces en el Real
Andreas Scholl, contratenor con vista
Obras de Vivaldi, Haendel, Albinoni, Porpora, Geminiani y Lotti. A.Scholl, contratenor. Academia Bizantina. O.Dantone, director. Teatro Real, 3 de noviembre
Andreas Scholl inauguraba un ciclo del Teatro Real denominado “Grandes Voces”, lo que no deja de ser un contrasentido, puesto que el contratenor alemán puede ser todo menos una gran voz en sentido estricto. De cómo sonaban los auténticos contratenores sólo podemos saber por referencias, ya que aparentemente el último de ellos murió a principios del siglo pasado y, aunque ya existía la fonografía, lo que grabó no permite un juicio certero. De los escritos de la época de los grandes Farinelli o Senesino se desprende que parecían contraltos, con graves poderosos y gran capacidad para la coloratura. Los que hoy se consideran como tales, que afortunadamente no están castrados, no poseen las mismas características, sino que sus voces son muy agudas, ligerísimas, siendo habitual la utilización del falsete y sin que los graves llamen para nada la atención. Pero están de moda, sin que sea posible explicar los motivos en estas breves líneas, y convocan a un público muy especial, similar al de “Elektra”, Caballé o Jurado.
Todo ello quedó patente en el Real. Scholl posee una voz de volumen corto, como también lo es el fiato, pero canta con un gusto exquisito y muy musical. Ha imitado a Cecilia Bartoli y presenta en gira su disco barroco con los mismos mimbres, ofreciendo un concierto ameno y diferente. Otra cosa es que haya quien opine que este repertorio está hoy mejor defendido por mezzos como la citada italiana y que una sala más recogida, tipo la Zarzuela, resultaría más idónea. Scholl realiza un recorrido por las obras que fueron interpretadas en su día por el castrado Francesco Bernardi, apodado el Senesino, que triunfó en toda Europa y muy especialmente en Londres junto a Haendel. De este compositor vino la mejor de la velada, pues frente a su genio palidecen los de Vivaldi o Albinoni. Preciosas las arias de “Rinaldo” y “Rodelinda” y menos la de “Julio Cesar”. Fue acompañado muy bien por la Academia Bizantina bajo dirección de Octavio Dantone, quienes se lucieron especialmente en el “Concerto grosso n.12 La Follia” de Geminiani. Todos los asistentes salimos contentos y con el espíritu sereno. Estas músicas amansan a las fieras. Gonzalo Alonso
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