Anja Kampe fue una Senta muy intensa
DER FLIEGENDE HOLLÄNDER (R. WAGNER)
Gran Teatre del Liceu de Barcelona. 26 Mayo 2017
Esta representación no es de un segundo reparto propiamente dicho, sino que desde el principio se anunció que la soprano alemana Anja Kampe cantaría las dos últimas representaciones de la ópera. Salvo esa novedad, todo lo demás ha coincidido con la representación del pasado día 22.
No hay, por tanto, novedades, sino en todo caso algún matiz a añadir a lo escrito sobre la mencionada representación del día 22.
Escena
Seguimos con la extraña producción de Philip Stölzl, de la que no añadiré como matiz sino el hecho de que la producción está muy trabajada para que lo que ocurre en el escenario no chirríe con lo que escuchamos de texto y música. Por lo demás, me sigue pareciendo una producción poco convincente.
Sobre la dirección de Oksana Lyniv tampoco añadiré nada. Hace unos días no me convenció su dirección y ahora tampoco. Me sigue pareciendo una dirección superficial y pasada de decibelios.
Sobre los cantantes que repiten actuación diré que Egils Silins fue nuevamente un convincente Holandés, aunque quede un tanto corto por abajo. Attila Jun sigue sin convencerme cono Daland, con un vibrato muy molesto, que realmente es un baile en la voz. En cuanto al tenor Daniel Kirch diré que en esta ocasión ha pasado muchos más apuros que el primer día, como les ocurre a muchos de sus colegas. Su actuación quedó claramente por debajo de la del día anterior.
Y llegamos a la novedad del reparto, que consistía en la presencia de la soprano alemana Anja Kampe en el personaje de Senta. Después de la representación he estado repasando mis notas de las actuaciones que he presenciado de esta soprano en la parte de Senta y ya desde la primera vez que la vi en el personaje hace 11 años podría escribir ahora lo mismo que entonces. Se trata de una intérprete de una rara intensidad, lo que siempre se traslada al auditorio, contando con un centro poderos y de calidad. Siempre ha estado apretada en las notas altas, que resultan calantes en la balada y apretadas en otras ocasiones. Hay que reconocer que uno casi se olvida de estos detalles ante su intensa interpretación, como ocurre con todas las suyas en éste y en otros personajes.
Anja Kampe. Senta en el Covent Garden
En los personajes secundarios Mikeldi Atxalandabaso repitió su excelente Timonel, mientras que Itxaro Mentxaka volvió a hacerlo bien en Frau Mary.
El Liceu ofrecía una ocupación de alrededor del 90 % de su aforo. El público se mostró muy cálido con los artistas en los saludos finales, con ovaciones y bravos para Egils Silins, Anja Kampe y Oksana Lyniv.
La representación comenzó con 5 minutos de retraso, al no haber intermedios. La duración fue de 2 horas y 10 minutos. Seis minutos de aplausos.
Me llamó la atención que el Liceu subió los precios para estas dos últimas representaciones. El precio de la localidad más cara era de 245 euros, habiendo butacas de platea desde 131 euros. La localidad más barata con visibilidad plena costaba 47 euros. José M. Irurzun
Fotos: A. Bofill
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