Plan de suscripciones

Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

calendario operístico 2023

Últimos tuits de Beckmesser

Una noche en la ópera
El teatro se redefine
Por Publicado el: 18/11/2010Categorías: Artículos de Gonzalo Alonso

Ante la crítica

Ante la crítica
Cualquier crítico que lleve unos años en la profesión puede comprobar la diversa recepción que sus críticas suscitan en los afectados. Después de cuarenta años en este trabajo son muchas las anécdotas que vienen a la memoria. Desde alguna que otra reprimenda de Plácido Domingo a una larga epístola de Luis de Pablo. El primero recibe puntualmente cada comentario que sobre él se publica en España. Sorprendentemente le afectan mucho las críticas negativas, pero mucho más las precríticas y, si alguna no le parece justa, acaba por hacértelo llegar más pronto o más tarde. La carta del segundo y su consejo al saber que parte de su desacuerdo provenía de uno de los frecuentes cortes que, por inevitables encajes de última hora, se efectúan en las redacciones de los diarios no tenía desperdicio: “Ante un corte hay que dimitir”. Pobres Rossini, Meyerbeer o Donizetti.
Muy pocos artistas o gestores son capaces de reaccionar con buen talante. En ocasiones se ha llegado a castigar al crítico vetándole la entrada a los espectáculos, a las conferencias de prensa o a los trabajos de colaboración en las publicaciones de la entidad. Sucedió con bastantes críticos sevillanos en el reinado de Juan Carlos Marset en Sevilla y con algunos milaneses en el de Muti en la Scala. Y esto por no hablar de las agresiones físicas que algún críticos, como Arturo Reverter o Ramón Serrera, han llegado a padecer.
El caso llega a ser problemático cuando el crítico mantiene amistad y aprecia al criticado. Pueden pasar meses con la relación interrumpida. Por eso hay que valorar muy especialmente a aquél capaz de saber encajar. Un director de escena, Giancarlo del Monaco, guardó entre sus recuerdos una mala crítica a una “Madama Butterfly”. Cuando se hizo de nuevo cargo de este título llamó para decir, quizá acordándose de Shostakovich y su Quinta Sinfonía, “Asiste a mi nueva producción, es mi respuesta a tu justa crítica”. Esta debería ser la forma, si alguna, para que un artista se hiciese sentir porque, lo mejor, es no llamar ni escribir al crítico ni con agradecimientos ni con reproches.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

banner-calendario-conciertos