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Todo sobre Parsifal en Bayreuth
Las deudas de Carmen
Por Publicado el: 24/07/2004Categorías: En la prensa

Ante Salzburgo

MADRID. Siguiendo una tradición inalterada desde su fundación en
1920, «Jedermann», la obra teatral de Hoffmansthal, vuelve a servir
hoy de apertura al Festival de Salzburgo. Una edición que está
cargada de preguntas respecto al futuro del certamen ya que Peter
Rucizka, sucesor de Gerard Mortier en la dirección del mismo desde
2002, anuncia su retirada, dispuesto a atrincherarse en los
cuarteles de la composición. Una actividad que le produce menos
quebraderos de cabeza que organizar esta convocatoria estival a la
que, para frustración de aquellos que vieron en este gestor de
apariencia conservadora el reverso de la moneda del polémico
Mortier, no ha conseguido hacer regresar las oscuras golondrinas de
la era Karajan. Más aún, después de constatar que los mayores éxitos
de su mandato se los han reportado títulos que, de buen grado,
habría suscrito su antecesor (léanse novedades como «Rey Kandaules»
y «L´Upupa» o el rompedor montaje del «Tito» de Matin Kusej).

La salida de Ruzicka, no obstante, tardará en producirse dos años:
una vez concluido el todo Mozart en que se convertirá la temporada
2006, cuando la ciudad donde vio la luz del mayor genio de la
música, tire la casa por la ventana conmemorando los 250 años del
nacimiento de su hijo predilecto.

De aquí a entonces se prevén pocas sorpresas, como no sea el
chocante regreso de «Traviata» en 2005. En lo que respecta al
presente festival, hay que destacar la atractiva propuesta, también
hoy, del «Rey Arturo» de Purcell servido en diez ocasiones por
Nikolaus Harnoncourt. Tras el pistoletazo inicial, que se completa
con un concierto de la Filarmónica de Viena dirigida por Seiji
Ozawa, habrá que esperar el resultado del resto de la oferta
operística: «El Caballero de la Rosa», tributo obligado de Salzburgo
a Strauss y, con más interés aún, «La Ciudad Muerta», de Korngold,
siguiendo la línea de Ruzicka de recuperar las obras proscritas por
los nazis.

Presencia española

Por medio queda la recuperación remozada del «Rapto en el Serrallo»
del pasado verano, y el «Così» desvelado en el último Festival de
Pascua salzburgués. Además, dos títulos en concierto: «Guerra y
Paz», por las huestes del Mariinsky a las órdenes de Gergiev y
«Capuletos y Montescos» dirigida por Ivor Bolton. Sin olvidar el
«Requiem» de Dvorak con sabor checo dirigido por Gerd Albrecht y,
poniendo la guinda -30 y 31 de agosto-, a Sir Simon Rattle,
protagonista con su Filarmónica de Berlín de los dos últimos días
del Festival, que clausura con la Novena de Beethoven.

En el capítulo español, hay que citar tres nombres: el de la soprano
Isabel Rey, que debuta en este lugar en el reparto protagonista de
«Rey Arturo» y Cristóbal Halffter, que, si en 2003 era noticia por
el estreno de una obra de encargo suya, ahora lo es por su presencia
al frente de la Orquesta de la Academia de Verano dirigiendo dos
composiciones propias y una de Manuel de Falla. Por último, en el
Proyecto Jóvenes Creadores Teatrales, con el que Ruzicka quiere
potenciar el apartado escénico, otro debut: el de Álex Rigola al
frente de «Santa Juana de los Mataderos», de Brecht, que previamente
habrá mostrado en el Grec. Juan Antonio Llorente 24-07-2004

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