Acusados Alessandro Ariosi y William Graziosi por corrupción
La investigación por corrupción en la Ópera de Turín concluye con varios acusados
La llamada Operación Spartito desvela un entramado de corrupción, abuso de poder y extorsión que implica al superintendente William Graziosi y al agente artístico Alessandro Ariosi
En mayo de 2020 comenzaba una investigación en la Ópera de Turín por parte del departamento de Policía Económica y Financiera de la región a la gestión de la Fundación Lírica del Teatro Regio de Turín. Este 4 de marzo, la prensa italiana se hizo eco de las primeras conclusiones de la Operación Spartito, nombre de la investigación ya concluída, que acusa de corrupción, extorsión, tráfico de influencias y manipulación de concursos públicos a William Graziosi, exdirector del Teatro Regio de Turín; Alessandro Ariosi, agente artístico y responsable de la agencia Ariosi Management y Roberto Guenno, corista y posterior miembro de equipo directivo del Teatro. Más información aquí
“El corazón de la investigación”, apunta el diario Corriere de Turín – disponible aquí -, “es la relación entre Graziosi y Ariosi: según las investigaciones policiales – lideradas por Enrica Gabetta y Elisa Buffa -, el exdirector habría llegado a un acuerdo económico para contratar a los artistas de su agencia, un sistema que Graziosi habría exportado a otros teatros entre los que se encuentra la Fundación Pergolesi, donde fue director durante 17 años (los 10 últimos como CEO)”. Más información aquí
El diario La Repubblica – acceda en este enlace al artículo – detalla la participación de cada inculpado en la trama: Graziosi habría contado con la colaboración de Roberto Guenno en las contrataciones de los artistas de Ariosi – que incluyen nombres como Plácido Domingo y Daniel Oren -. Guenno, aprovechando su estrecha relación con la alcaldesa de Turín, Chiara Appendino, habría influido en el nombramiento de Graziosi como director – cuando ya estaba comprometido Giancarlo Del Monaco para este puesto – y acto seguido pasó en poco tiempo y a través de un proceso opaco a ocupar un cargo en la administración del Teatro.
Este pacto se remontaría a 2015, cuando Graziosi era director general de la fundación y aspiraba a la dirección de los teatros más importantes: a cambio de un porcentaje del caché, el director programó temporadas pensadas casi en exclusiva para los artistas de Ariosi, “imponiendo su monopolio en el mercado de la ópera italiana”, continúa La Repubblica.
Como recogió también Beckmesser en el momento de su publicación, los directores de escena Giancarlo Del Monaco, Henning Brockhaus y Ezio Frigerio denunciaron aquel mes de mayo la dudosa gestión de Graziosi, escribiendo una carta en la que detallan encuentros profesionales con Graziosi, en los que o no vieron el contrato o no se cumplió lo pactado en él. Lea aquí el texto completo.
Recupere aquí el origen de la investigación.
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