Arteta reaparece triunfando
Temporada de la ABAO
Arteta reaparece triunfando
“Los pescadores de perlas” de Bizet. A. Arteta, J. Bros, F. Vassallo, R. Flores. R.F. Maestrini, dirección de escena. R. Rizzi Brignoli, dirección musical. Coproducción de los teatros Regio Emilia, Piacenza y Ferrara. Palacio Euskalduna. Bilbao, 1 de mayo. Concluyó la temporada de ópera de la ABAO bilbaína con “Los pescadores de perlas” de Bizet. Siete títulos entre los que han destacado en cuanto a calidad: “Jenufa”, “I Masnadieri” y “Peter Grimes”, curiosamente los menos afortunados desde el punto de vista de la taquilla. Para el título final ni una entrada y no es que la ópera de Bizet sea tan popular, sino que lo apoyan los grandes repartos del pasado – Scotto y Tagliavini (1958), Kraus con Marimpietri (1964), Maliponte (1969), Devia (1981)- y el atractivo de Ainoa Arteta y José Bros en los papeles principales. La dirección del teatro escogió la versión de 1893, la de la reposición una vez muerto en compositor, que varía de la original del estreno de 1863 en su final y en un fragmento del dúo Nadir&Zurga del primer acto. La razón es obvia y justificada, no pagar derechos de autor. La original ha sido rescatada y revisada y posee derechos: nada menos que el catorce por ciento de la taquilla. Con esto de las revisiones hay quien se hace de oro. Roberto Rizzi Brignoli dirigió con vigor, evitando caer en las edulcoraciones a las que tienta la partitura, a la Sinfónica de Szeged, el conjunto de apoyo con el que cuenta la ABAO cuando a las dos orquestas locales les es imposible bajar al foso. Sonó bien como sonó muy bien el Coro de Ópera de Bilbao en su amplísima intervención, casi protagonista.
Ainhoa Arteta reapareció en su casa a lo grande tras el largo paréntesis. Durante él estuvo a punto de tirar la toalla, pero afortunadamente no lo hizo. El reposo y la nueva profesora le han venido muy bien. De hecho es la mejor actuación que le recuerdo. Me alegra poder enfocar hoy de forma absolutamente positiva su participación, pues mis comentarios en el pasado han sido mayoritariamente duros. Leila es un papel que encaja perfectamente a Arteta, quien lo cantó con rotunda seguridad en la afinación, perfectos trinos y la adecuada combinación entre la dulzura de casi toda su parte y el dramatismo del dúo postrero con Zurga. Triunfó por todo lo alto. Como José Bros, aplaudidísimo en sus sendos dúos y un poco menos en el aria, quizá porque algunos echaran de menos la fortaleza de Kraus en el agudo, pero su línea es impecable. Franco Vassallo, con un timbre algo tenorio, mantuvo ese mismo nivel, al que no llegó el bajo Rosendo Flores. La escena ayudó, con su concepto tradicional pero sin caspa y una buena iluminación, a que el público disfrutase de la velada. Gonzalo ALONSO
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