AUTÉNTICOS SABORES CHECOS
AUTÉNTICOS SABORES CHECOS
Obras de Haas, Schulhoff y Janácek. Cuarteto Pavel Haas. Bernarda Fink, mezzosoprano. Juanjo Guillem, percusión. Auditorio Nacional, Madrid. 2-3-2015. CNDM. XXI Liceo de Cámara.
Tres espléndidas composiciones de creadores checos. En primer lugar, el “Cuarteto de cuerda y percusión nº 2 FromtheMonkeyMountains, op. 7” (1925), de Pavel Haas (cuyo nombre ha adoptado la formación de arcos), que era estreno en España. Luego el “Cuarteto de cuerda nº 1”(1924) de ErwinSchulhoff. Y como cierre una selección de canciones sobre poemas populares moravos de LeosJanácek, escritas entre 1892 y 1901. Obras, las dos primeras, maduras, sólidas, que combinan hábilmente elementos folklóricos checos y rasgos jazzísticos.
Schulhoff y Haas: músicos de carrera corta. Sus vidas fueron segadas muy pronto, como las de otros creadores ubicados en el denigrante grupo al que los nazis calificaban de “degenerado” por su talante aperturista y renovador. Schulhoff murió en Wülzburg en 1942; Haas en Auschwitz dos años más tarde. Las dos composiciones debidas a su pluma aquí degustadas tuvieron una fustigante, precisa, luminosa interpretación que subrayó sus respectivos valores y supo embeberse, por ejemplo, en el “Largo e misterioso” de la del segundo, en los meandros expresivos más hondos y recrearse en los irónicos y demoledores compases de “Noche salvaje”, “Vivace con fuoco”, cuarto movimiento, en el que colaboró con total acierto desde la pequeña percusión Juanjo Guillem.
El “Allegro con fuocoallaslovaca” del Cuarteto de Schulhof resplandeció a través de una ejecución fulmínea, con los turgentes arcos a toda presión. Todo fue enseguida transformado en suavidad acentual, elegantes diseños, ataques delicados y fluidez melódica, pasajeramente animada por aires danzables, de las 16 piezas extraídas de la serie de más de cincuenta recopiladas por Janácek. La exquisita y muy lírica mezzo argentino-eslovaca Bernarda Fink dijo, matizó y coloreó excelentemente cada una de las estróficas y refrescantes páginas, revelando algunos pasajeros apuros en la zona más grave. Una canción de Dvorák fue digno regalo y colofón de este concierto ameno y original. Arturo Reverter
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