BAÍLALO OTRA VEZ, ZORBA
BAÍLALO OTRA VEZ, ZORBA
Festival Internacional de Santander
THEODORAKIS: Zorba. Igor Yebra (John), Alexandr Molodov (Zorba), Margarita Verigaité (marina), Ruta Kudzmaite (Hortensia), Martynas Rimeikis (Yorgos). Ballet Nacional de Estonia. Coreografía: Lorca Massine. Palacio de Festivales de Cantabria, 15 de agosto de 2010.
______________________________________________________________
Una singular carambola escénica provocó la gestación de este ballet. Comenzó en 1968, con la versión en comedia musical de “Zorba”, o sea, una nueva vuelta de tuerca a “Alexis Zorbas”, la novela original de Nikos Kazantzakis de 1946 que, en 1964, había dado origen a la película de Michel Cacoyannis con Anthony Quinn, Alan Bates e Irene Papas como protagonistas. Los derechos de la obra literaria para una comedia musical estaban disponibles y el compositor John Kander (Kansas City, 1927), el autor de Cabaret, se volcó en tal empresa junto a su perenne libretista Fred Webb y a su productor Hal Prince; el éxito fue tal que la pieza volvió a Boadway en 1983. Pero no contaban con el autor de la partitura cinematográfica, Mikis Theodorakis (Quíos, 1925); o mejor dicho, contaron con él ‘sotto voce’: John Kander escribió una música completamente nueva, con algunas de sus mejores canciones, pero fue lo suficientemente listo como para saber que el público querría “guiños” de la celebérrima música del film, y que no bastaba con incluir el sonido de los bouzoukis, la maglama o el acordeón, con lo que el inefable “Sirtaki” de “Zorba” se apuntó/citó en algunos momentos, en especial en el hermoso interludio sinfónico. Theodorakis montó en cólera griega, lo que equivale a desatar a las furias del averno, y sólo el consejo de los abogados impidió un juicio internacional en toda regla. Pero el musical de Kander desató también la imaginación del compositor de “Serpico” y en 1988, cinco años después de la reposición en Broadway, estrenó su ballet “Alexis Zorbas”, retomando ahora el título de la novela y ampliando los escaso 35 minutos de su música fílmica hasta las más de 2 horas de una vasta composición sinfónico-coral, que para algunos es su mejor trabajo.
La obra se presentó, con éxito enorme, en la Arena de Verona en 1988, y desde entonces ha viajado a 24 países y al repertorio de varias compañías de danza, la última de las cuales es este excelente Ballet de Lituania, que recoge el trabajo devoto y meticuloso del ruso-americano Lorca Massine (Nueva York, 1944), de formidable pedigrí balletístico. La producción vista en Cantabria, con lleno absoluto en el Palacio de Festivales, contaba con el estrellato del bilbaíno Igor Yebra (1974), verdadera fuerza de la naturaleza y prototipo de la alegría de la danza, en el papel de John. Su contraparte, el ruso Alexandr Modolov, superó limitaciones gimnásticas con una eficaz bis histriónica, y la hierática Margarita Verigaité confirió trágica nobleza a Marina. El éxito fue absoluto, con repetición, ¡hasta cuatro veces!, del “Sirtaki” final. Quizá se pasaron, pero el público estaba en la gloria.
Últimos comentarios