Bayreuth, la sucesión
Bayreuth, la sucesión
Wolfgang Wagner (1919) llevaba en la picota una década. Paró la primera embestida de quienes no deseaban su continuidad como cabeza del Festival de Bayreuth gracias a los dineros -¿llegaron al final?- de un filántropo cubano que luego acabó mal y dejando a muchos en la estacada. Él ya no está para esas lides, como pude comprobar personalmente en una cena junto a él y su mujer, y era Gundrun quien llevaba la voz cantante en todo y apoyaba firmemente a Katharina (1978), hija de ambos, como la sucesora. Pero Katharina se estrelló en su producción de “Maestros cantores” y Gundrun falleció inesperadamente en noviembre. La sucesión quedaba abierta.
Se apostó por el tandem Katharina Wagner-Christian Thielemann y pareció que el dúo podría reunir todos los predicamentos, pues el director de orquesta es figura muy querida en la colina sagrada. Sin embargo, y esto es un hecho conocido por pocos, la hija del segundo matrimonio de Wolfgang fue ingresada hace tres meses y, al parecer, se le detectó una grave enfermedad. La reacción del nieto de Richard Wagner fue proponer su marcha a cambio de la aceptación de un equipo integrado por Katharina y Eva Wagner-Pasquier (1945), hija de su primer matrimonio con Ellen Drexel. A ellas se unirían profesionales como Thielemann o Peter Ruzicka, quien fracasó como director del Festival de Salzburgo. Eva goza de prestigio en los medios operísticos y, como anécdota, trabajó en nuestro Teatro Real durante sus primeros y vacilantes meses.
Pero he aquí que acaba de saltar a la palestra la tercera mujer en discordia, Nike (1945), hija de Wieland y por tanto sobrina de Wolfgang, quien dirige actualmente un festival en Weimar. Su oferta de participación cuenta con el factor positivo de la buena relación que mantiene con Eva y el negativo de la muy mala con Katharina.
No será Wolfgang quien decida, sino la Fundación que gestiona el festival, que no desea proporcionar un golpe fatal a la imagen de la cita bávara. Sin duda la decisión no va a ser fácil.
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