Recomendación: Beethoven en español con Perianes
Beethoven en español
No es frecuente que se programe el ciclo de conciertos para piano de Beethoven completo. Se suelen tocar sueltos, y algunos. Seguramente sucede por la misma razón que no se programan otros ciclos: porque se le ha perdido la pista a la idea del monográfico, a la idea de ofrecer la observación de obras totales, al deseo del público de consumir la música a trozos, porque así es más inmediato y sobre todo más rápido. Sigue habiendo intérpretes que insisten en la contemplación del todo antes de decidiese por la parte, pero no solamente son minoría, sino que la mayoría no quiere asumir los riesgos que presentan la interpretación por series. No daré nombres, porque, además de ser pocos, son los de siempre. Y gracias, a quien haya que dárselas.
Por ejemplo a los programadores que, como en este caso, asumen los riesgos. Al gran público le encanta el quinto concierto; entiende bien que el cuarto es más interesante (dentro de un orden),y a regañadientes ´se traga´ el tercero. Pero de los otros dos prefiere ignorarlo casi todo. Se pierde así una de las más interesantes y extrañas evoluciones que Beethoven sufre hasta alcanzar su primera madurez: los porqués del prematuro abandono del género, siendo además, como él lo era, un buen pianista. Es bien adecuado repasar este ciclo, para luego seguir en el piano de Beethoven, en el lugar donde de verdad se produce la gran eclosión de las formas pianísticas: en sus sonatas. Obras maravillosas, gran música la de los conciertos, qué duda cabe. Pero música de tradición que avanza con relatividad. Y por eso para poder entrar en una interpretación cabal de los conciertos se necesita ir de la mano de un pianista que esté al tanto de la cuestión, un pianista que se haya enfrentado al mundo de las sonatas del sordo. Perianes nos dio ya un aviso. Recuerdo cómo se las gastó, hace ya unos cuantos años, en la clase magistral de la Núm.31 con el maestro Barenboim (que por cierto, a sus 76 años, uno menos que Pollini, al que acabamos de escuchar, tocará pronto de nuevo la serie de las 32), pero también que cree que meterse de lleno en este terreno es pronunciar palabras muy mayores. Así que últimamente está con los conciertos. Haciendo dedos. O cabeza, que quizá es lo que necesitan las sonatas de Beethoven. O las dos cosas. Seguramente las dos cosas, y más.
Estas dos sesiones de conciertos adoptan otro compromiso: dos artistas españoles haciendo un ciclo como este. ¿Cuándo se vio algo así en este país? Solo por este hecho deberíamos hacer un claro reconocimiento tanto al solista como a Mena. Y a Ibermúsica, por dejarles. Se trata de una música con la que es muy fácil meter la pata, porque Beethoven funciona como un test implacable. Pero hay en Mena y Perianes mimbres más que suficientes para sacar adelante con éxito el proyecto, que redondea una London Philharmonic que siempre responde. De los cinco conciertos solo le he escuchado a Perianes el quinto. Fue magnífico. Pero estoy seguro de que ahora será mejor. Porque es un pelín más viejo, lo que para comprender mejor ciertas cosas supone una ayuda que, desgraciadamente para su cuerpo, es incontestable. Pedro González Mira
BEETHOVEN: Conciertos para piano y orquesta núms. 2, 3 y 4. Martes 19, 19.30. Conciertos para piano y orquesta núms. 1 y 5 ´Emperador´. Miércoles 20, 19.30 . Javier Perianes, piano. London Philharmonic Orchestra. Dir.: Juanjo Mena. Auditorio Nacional de Música, Sala sinfónica. Entre 45 y 194 €.
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