Bieito: un Requiem de guerra para el Arriaga
Bieito: un Requiem de guerra para el Arriaga
El Teatro Arriaga será el epicentro este fin de semana de uno de los acontecimientos líricos de la temporada, no en vano alberga el estreno en España del impresionante montaje de la ópera War Requiem, bajo la dirección de Calixto Bieito. De hecho, las dos representaciones que acogerá el Arriaga, el viernes y el sábado de junio (ambas a las 20:00), serán las dos únicas que se ofrecerán de este gran espectáculo, todo un alegato pacifista y antibelicista, en el Estado español.
War Requiem, escrita por el compositor Benjamin Britten, es una obra maestra en forma de clamor musical contra el horror de la guerra, tan necesario hoy como cuando se representó por vez primera años después de la II Guerra Mundial. El autor británico la escribió para conmemorar la reapertura de la Catedral de Coventry en 1962, que, en 1940, durante la II Guerra Mundial, había sufrido un brutal bombardeo que la convirtió en cenizas, en un ataque que también destruyó alrededor de 4.000 hogares. Su música sirvió después de la II Guerra Mundial como consuelo a muchísimas familias que habían perdido a seres queridos en la contienda. Llegó a convertirse en un atenuante al miedo que producía la Guerra Fría y el temor a nuevas guerras. Este efecto continúa vigente hoy con la misma intensidad de aquel 30 de mayo de 1962 en la recién reconstruida catedral de Coventry.
El Teatro Arriaga ha querido también, programando esta ópera el año en que se cumple el 80. aniversario del bombardeo de Gernika, recordar y homenajear a las víctimas de aquel terrible episodio de nuestra historia. Porque también aquí tiene plena vigencia el grito de War Requiem en contra de la destrucción y su advertencia sobre lo que no debe volver a ocurrir. “Mi tema es la guerra, y el sufrimiento que causa la guerra. La poesía está en el sufrimiento. Todo lo que puede hacer hoy un poeta es advertir”, decía Britten sobre su opus 66 llamado War Requiem. Lamentablemente, todo el mundo continúa sumido hoy en un clima de guerra y violencia, por lo que en muchos lugares debería escucharse su mensaje.
Ahora, Calixto Bieito trae a la ciudad de Bilbao y al Teatro Arriaga su espectacular puesta en escena de esta ópera, cuya premiere tuvo lugar en Basilea, en el Theater Basel, en mayo de 2013. Posteriormente, también fue representada en Oslo en septiembre del pasado año 2016, como espectáculo de apertura de la temporada 2016/2017 que está a punto de concluir de la Den Norske Opera & Ballett (Ópera y Ballet Nacional de Noruega). En ambas ciudades cosechó un tremendo éxito.
Debido a las características técnicas de la partitura, su interpretación obliga a una exigencia máxima a los artistas. Por eso, la obra cuenta con tres solistas de primer nivel internacional, cantantes con experiencia en los mejores teatros y auditorios. Las maravillosas voces de la soprano moldava Natalia Tanasii, el tenor suizo Rolf Romei y el barítono alemán Thomas E. Bauer emocionarán y estremecerán al público. Junto al trío principal, y bajo la dirección musical del Maestro Erik Nielsen, la Bilbao Orkestra Sinfonikoa – BOS, incluyendo a algunos músicos separados físicamente del resto de la formación a modo de pequeña orquesta de cámara, deberá ofrecer su mejor versión, al igual que la Sociedad Coral de Bilbao, que, debido a la dificultad vocal de la obra, acomete un verdadero “tour de force” con este proyecto. La formación bilbaína participará con la Coral de Bilbao, bajo la dirección de Enrique Azurza, y también con su formación infantil, guiada por José Luis Ormazabal, y es que el coro infantil tiene un peso importante en el espectáculo. Por último, War Requiem cuenta también con la participación de 17 personas como figurantes, incluyendo a adultos y niños.
Todos los artistas implicados actuarán sobre una descomunal escenografía que convertirá el teatro en la catedral durante su proceso de reconstrucción. Este impactante trabajo escenográfico ha corrido a cargo de Susanne Gschwender, una creadora muy reconocida en Centroeuropa por sus diseños de escenarios. A la espectacularidad global de este War Requiem también ayuda la labor de Michael Bauer en la iluminación (pudimos apreciar su trabajo recientemente en el Arriaga en L’Orfeo). Por último, sin ser por ello menos importante, cabe destacar el vestuario de esta ópera, mérito de Ingo Krügler.
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