El bajo barítono galés encabeza una campaña en contra del recorte de fondos y protección de la English National Opera

Bryn Terfel

El 4 de noviembre, la organización Arts Council England (ACE) anunció la salida de la English National Opera (ENO) de su portfolio y el consecuente recorte de fondos que esto supone para la institución. Múltiples artistas y responsables culturales han alzado la voz contra esta decisión, que consideran una amenaza para la vida cultural de Gran Bretaña.

En particular, el bajo-barítono Bryn Terfel ha lanzado la campaña más potente y declara sentirse “devastado” ante tal decisión: “La ENO fue fundada para llevar la ópera a todo el mundo y así lo ha hecho con gran éxito durante casi 92 años”, precisa en su petición, en la que persigue que el gobierno “reconsidere radicalmente  la eliminación de la ENO del Portfolio de la organización Arts Council England”. “La carrera de cantantes, músicos, personal técnico, creativos y trabajadores cualificados, tanto fijos como autónomos, está en riesgo”, subraya, “La financiación de la ENO es esencial para que pueda continuar su contribución vital a la riqueza cultural de Inglaterra. No habrá ópera para miles de personas, se cortará la emisión tanto en radio como en digital y se paralizará su innovador programa ENO Breathe, creado para ayudar a pacientes de Covid”. Entre las propuestas de la Ópera, Terfel destaca su política de acceso para jóvenes – 1 de cada 7 asistentes es menor de 35 años -, descuentos y compromiso con la diversidad y divulgación.

Otras instituciones que ven mermados sus presupuestos son la Welsh National Opera, que recibirá un tercio menos que la temporada anterior; Covent Garden, con un recorte del 10% en la financiación; la Royal Opera House, con un recorte del 9%; así como los conjuntos Britten Sinfonia, London Sinfonietta y Sound and Music, especializados en música contemporánea, que o pierden la permanencia en el National Portfolio o ven sus fondos recortados hasta en un 41%.

Sir Bryn Terfel comenzó la temporada en la Ópera Nacional de París cantando el papel de Scarpia en la Tosca que iniciaba el curso en la Bastilla. Acompañado por Saioa Hernández, Joseph Calleja y Gustavo Dudamel en el foso, Terfel es hoy uno de los cantantes más codiciados de su cuerda. Sin embargo, como detalla en una entrevista para el diario Express, la humildad de sus raíces y el sentimiento de respeto a la profesión lo mantienen anclado a la gratitud hacia lo que le rodea.

Hijo de ganaderos, Terfel creció en una granja en el condado de Caernarfonshire. Su pasión por el canto despertó en el coro de la iglesia y se prolongó en sucesivas cintas de ópera que escuchaba labrando la tierra en el tractor de su padre. “Recuerdo que, cuando cantaba en la iglesia siendo niño, sentía como si coronase la cima del Everst”, confiesa.

A los 18 años, Terfel se mudó a Londres y se matriculó en la Guildhall School of Music and Drama, donde permaneció durante 5 años bajo la tutoría de Arthur Reckless, quien fuese también maestro del mayor referente de Terfel, barítono Sir Geraint Evans. Inmediatamente después de su graduación llegaron los primeros reconocimientos internacionales: se alzó con el Lieder Prize del Concurso Cardiff Singer of the World; en 1988 Sir Geraint Evans le concedió uno de los mayores premios de Eisteddfod y animó a su compañero Sir Georg Solti a probar al joven cantante. “Fui a su casa en Londres”, rememora Terfel, “tenía más Grammys y Oscars de los que podría imaginar… fue entonces cuando me dio el papel de Antonio en Las bodas de Fígaro”.

Así fue como Terfel se incorporó a la corriente del circuito internacional, donde compartía cartel con los artistas de referencia del momento. Cuando mira atrás, el cantante recuerda la sensación de vértigo: “Me sentí como un ratón en un zoo repleto de leones, tigres y osos”. Sin embargo, tan pronto como el público y la crítica apoyaban sus actuaciones, Terfel vio el momento de compaginar su pasión por la ópera con su gusto por el teatro musical. Verdi, Mozart y Puccini convivían en su repertorio con Sondheim y más adelante con Wagner, una ecléctica apuesta personal que le abrió las puertas a otros registros: ha protagonizado musicales, colaborado con Andrea Bocelli en conciertos multitudinarios – recuerda con especial cariño el que ofrecieron en Central Park -, cantado en el 60º cumpleaños de Sting y grabó la ópera Ça Ira de Roger Waters. “Fue increíble tener a Waters a mi lado. Podía ver a mi hermano tirándose de los pelos de la envidia”, relata entre risas.

Con la agenda cerrada para las próximas 3 temporadas, Terfel bromea con la falta de tiempo: “Demasiados viajes. Me he perdido bodas, cumpleaños, funerales…”. ¿Y qué querría que pasase después? “Mejorar en el golf y que alguien escribiese una ópera pensando en mí. Me encantaría que estuviese basada en Ciudadano Kane, la película favorita de Scorsese y Spielberg. El argumento sería precioso trasladado a la ópera”.

Esta temporada, Bryn Terfel estará presente en Viena y Zúrich, donde repetirá la parte de Scarpia bajo la dirección de Giacomo Sagripanti en la primera y Gianandrea Noseda en la segunda; ofrecerá un recital en el Teatro de Ginebra; y regresará a Inglaterra en febrero para encarnar a Don Basilio en Il barbiere di Siviglia en la Royal Opera House y el Berwick Festival Opera; y en marzo viajará a Liverpool para participar en la producción de Gianni Schicchi de Puccini bajo la dirección musical de Domingo Hindoyan.