El bajo-barítono, que acaba de acompañar a la Sinfónica del Liceu y Josep Pons en su intercambio con la Ópera de París, protagoniza un documental de la BBC sobre la tradición vocal de Gales

Bryn Terfel

“¿Qué crees que hay en Gales que hace de esta región una tierra de cantantes?”, pregunta Zeinab Badawi, responsable del espacio Take Me to the Opera de la BBC. Sir Bryn Terfel, uno de los bajos más demandados de su cuerda, contesta: “Supongo que son las montañas, el fresca brisa marina… y nuestro idioma, los himnos. Amamos cantar, es el aire que respiramos”, concluye.

Terfel debutó en la Ópera Nacional galesa en 1990 tras alzarse como ganador en los principales certámenes de canto. “Mis padres invirtieron mucho dinero en gasolina para llevarme a todas las competiciones del sur, norte, este y oeste del país. Supongo que veían algo especial en su hijo… una pasión honesta, que realmente amaba cantar”, comenta, e incide en la estrecha vinculación entre Gales y los coros, en concreto los masculinos. “Gales es conocida como ‘la tierra del canto’, muy conectada con la voz masculina, y las formaciones corales son parte de su cultura”.

El canto coral en Gales se retrae al siglo XIX y floreció sobre todo con el movimiento Cymanafa Ganu (canto de himnos) en una capilla de Aberdare en 1859. Arraigado en el repertorio religioso, se creó entonces un importante corpus de obras seculares. Poco después, una corriente de recuperación de música tradicional galesa cristalizó con la fundación de la National Eisteddfod Society. Por otro lado, la asociación coral es también característica de los mineros galeses. “El canto se convirtió en un símbolo de la clase trabajadora, una identidad expresada a través del más democrático de los instrumentos: la voz”, explica el profesor Gareth Williams en el documental, que puede ver aquí.

Recientemente, el rey Carlos de Inglaterra le invitó a participar en la ceremonia de coronación, en la que cantó el Kyrie de la Misa de Coronación, y el pasado sábado, día 10 de junio, el cantante acompañó a la Orquesta del Gran Teatre del Liceu, dirigida por Josep Pons, en su intercambio con la Ópera de París. La formación catalana ofreció la versión en concierto de El castillo de Barbazul de Bartók, en la que Iréne Theorin interpretó el papel de Judith.