Cantantes españoles unidos
Cantantes españoles unidos
Allá por los años setenta se unieron los cantantes italianos en una asociación, que llegó a presidir la célebre mezzosoprano Fedora Barbieri, centrada en defender la presencia de los artistas locales en los teatros de ópera de Italia. Era una época en la que escaseaban las grandes personalidades vocales italianas y sus coliseos estaban dominados por extranjeros en buena parte, por cierto, españoles. En su día fue muy comentada la reacción de Montserrat Caballé en el San Carlo de Nápoles, cuando afiliados a la asociación abuchearon a sus compañeros de reparto, también extranjeros pero con menor peso artístico. Las pretensiones de la asociación cayeron en la exageración, pero es obvio que tenía su lógica la defensa de los locales en los papeles de reparto.
La semana pasada se creaba en España la bautizada como “Asociación de cantantes líricos del Estado español” con fines casi paralelos a la antigua italiana. La situación actual de la lírica en nuestro país es bastante parecida a las que vivía Italia hace cuarenta años. Escasean las grandes voces locales y los extranjeros dominan el panorama hasta en los papeles secundarios. Defendía hace bien poco en el seno de una importante institución operística la, no ya conveniencia sino necesidad, de que se llegasen a acuerdos con las principales escuelas de canto del país para que sus estudiantes interviniesen en los roles comprimarios de sus temporadas. Hay teatros que, aún en las circunstancias actuales, pagan cachés astronómicos a cantantes de fuera, además de hoteles y viajes, para que intervengan en roles que podrían abordar perfectamente muchos españoles. Para colmo incluso quienes sin hablar español han cantado óperas españolas. Tanto es así que más de uno sospecha de intereses económicos entre agentes y directores artísticos y no es extraño, ya que no hay razones objetivas que justifiquen tal situación. El tenor Emilio Sánchez, sólido como el legendario Piero di Palma en papeles secundarios, es su presidente y el barítono Carlos Bergasa su vicepresidente. Al parecer cuentan con el apoyo de Teresa Berganza, Elisabete Matos, Carlos Álvarez, Aquiles Machado y otros compañeros de profesión. Sería importante que, como sucedió con la citada Barbieri en Italia, fuese alguna celebridad quien negociase con las instituciones la presencia de los cantantes españoles en sus programaciones. ¡Mucha suerte!
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