Carta a los Reyes Magos
Como cada año, recogemos en este espacio los deseos de los críticos que construyen Beckmesser cada día. Adivinen a quién corresponde cada deseo porque, siguiendo el refrán, decimos el pecado pero no el pecador.
Carta a los Reyes Magos en 2022
¡Ya vienen los Reyes Magos!
Ya vienen los Reyes Magos. Ya vienen los Reyes Magos al nidito de Belén. Cargaditos de juguetes, cargaditos de juguetes para el Niño de Belén…
Queridos Reyes Magos, aunque no se si dirigirme a vosotros como “Queridos y queridas Reyes y Reinas Magas”, ya que ando algo despistado y no se si hago mal en utilizar el masculino plural como indica la Real Academia de la Lengua, me he quedado anticuado en los nuevos protocolos sociales o he de quejarme a quienes redactaron las Sagradas Escrituras para que en una próxima edición incluyan a una y media Reina Maga, para que exista paridad. El caso es que el equipo que realiza habitualmente las críticas de música clásica en esta web tiene muchos deseos que les gustaría pediros, en la esperanza que vais a ser generosos, además de progresistas, porque muchos de ellos no ampliarán el déficit ni la inflación y hasta quizá alguno os lo proporcionen los fondos europeos.
Reconocemos un cierto desánimo a la hora de elaborar este año nuestras peticiones, tal vez porque el año ha traído muchos reveses y porque algunos de estos regalos, pedidos insistentemente año tras año, han debido ser ambiciosos en demasía y siguen pendientes.
Recojo yo aquí nuestras peticiones y os dejamos, junto a los zapatos, algunas vituallas para vosotros y para para vuestros pajes -por cierto y cuidado ¿los tenéis en nómina o son eventuales?- y camellos, que posiblemente la futura ley de animales no permita que os acompañen el año que viene cargando tanto pesado regalo.
Son muchos nuestros deseos y, no esperamos nos traigáis todos pero, por favor, no más carbón. Aquí van nuestros “qués” y “para quienes” :
- Al Teatro Real una buena selección de ópera española de los siglos XVIII a comienzos del XX. También una curita de humildad y realidad.
- Para el Jefe de la Casa Real o quien corresponda, que los Reyes de Oriente le ayuden a ver que carece de sentido impedir el uso diario del palco real en el Teatro Real.
- Que el Teatro de la Maestranza y el Teatro de la Zarzuela aborden de una vez una producción de la zarzuela “Margot” de Joaquín Turina: compositor sevillano, ambientación sevillana. ¿A qué esperan?
- Que el INAEM y la Junta de Andalucía apoyen decididamente (es decir, con dinero) al Teatro Villamarta de Jerez, todo un ejemplo de supervivencia sin renunciar a la calidad y a la producción propia.
- Que el director del Maestranza se acuerde de todo el repertorio que falta aún por explorar tras treinta años de existencia: ópera rusa, Janaceck, Strauss, el Rossini serio, Donizetti, “La forza del destino”… Y de las muchas óperas relacionadas con la ciudad de Carmen, Don Juan y Leonora que deberían ser la columna vertebral de su identidad.
- A Glòria Tello, Presidenta del Palau de la Música de València: que consiga que la principal sala sinfónica de València reabra de una vez.
- Que los aficionados españoles podamos un día ver dirigir ópera en nuestro país a Kirill Petrenko y/o a Christian Thielemann.
- A todos los teatros españoles olfato para elegir repertorio y encontrar a nuestras mejores voces y que apuesten definitivamente por los cantantes nacionales y que no se dejen presionar por las agencias artísticas.
- Que auditorios y teatros españoles si, por desgracia, tienen que volver a cerrar, aprovechen para cambiar butacas, algunas ya raídas y sonoras, con pantallas de texto en el respaldo.
- Que los directores artísticos de los teatros de todo el mundo se dejen de machacarnos con sus gustos escénicos y respeten los libretos y aquello en lo que pensaban los compositores.
- A la Sinfónica de Sevilla: suerte e inspiración para que salga del hoyo en el que anda hundida y amplíe el repertorio de sus conciertos, que ya va estando muy manido.
- A la Orquesta de Extremadura de Andrés Salado: juicio y sentido común, que el éxito no es el aplauso; que la función y misión de una orquesta pública no es convertirse en un circo.
- A Alexander Liebreich: coraje para modernizar la estructura-losa que ahoga la modernización y puesta al día la Orquestra de Valencia.
- Que la Comunidad de Madrid comprenda que el presupuesto de su Orquesta y Coro (ORCAM), cada vez más reducido, es ridículo, con lo que se da al traste con sus modélicos planteamientos artísticos y educativos.
- A quien corresponda, una sede para Neopercusión.
- Que de una vez se establezca la obligatoriedad de que las orquestas andaluzas giren por las otras ciudades de la comunidad, para que no sea más fácil escuchar, por ejemplo, en Granada a orquestas extranjeras antes que a las andaluzas.
- A las orquestas españolas y sus gestores sentido, oído y decisión para abrir un hueco en sus programaciones sinfónicas en orden a programar composiciones de músicos como Marqués, Bretón, Chapí y tantos otros. Que se enteren de una vez que hay música española, mucha y buena, de hoy y de ayer.
- Al Ministro de Cultura que agudice su oído y preste atención a las demandas de nuestros artistas y que trate de clarificar y resolver por el camino más lógico el conflicto de los profesionales a los que se impone, tras años y años de trabajo, la necesidad de adquirir una titulación. Un formalismo absurdo.
- A los gobiernos central y autonómicos que terminen con las desigualdades en la adjudicación de ayudas y apoyen en mayor medida a las Asociaciones líricas de provincias más heroicas y menesterosas, que hacen una gran labor.
- Que los organizadores de conciertos superen las dificultades económicas y también comprendan que esto es cosa de todos y que sin su apoyo las webs musicales no pueden subsistir.
- Que las entidades musicales se den cuenta de una vez que algunos medios en webs tienen mucha mayor difusión que otros en papel y no sean rácanos con nuestras míseras tarifas.
- Que algunos de esos medios en web o papel dejen para sobrevivir de chantajear económicamente a los artistas con subterfugios varios.
- Que los propietarios/dirigentes de nuestras revistas musicales comprendan que no podemos ser el país con mayor número de ellas, que las instituciones no pueden cuidar a todas y que llegan fondos europeos que podrían facilitar proyectos comunes.
- A la música española, a sus gestores y protagonistas: que se organicen y coordinen para brindar a Alfonso Aijón, quizá el último gran caballero de la música, el gran homenaje que tanto merece.
- Que quienes fueron grandes figuras del pasado reciente e incluso no tan reciente se retiren definitivamente de los escenarios operísticos y dejen de engañar con partituras transportadas.
- A Teresa Berganza: salud, luz y ánimos.
- Que varios de nuestros buenos directores de orquesta encuentren las titularidades o el trabajo que merecen.
- Que Helga Schmidt, ya limpia de polvo y paja, pueda tener al fin el homenaje que se merece. Por ejemplo el Auditorio del Palau de les Arts debería de llevar ya el nombre de quien fue su alma máter y creadora.
- Que se deje de aprovechar la pandemia para bajar sueldos, reducir servicios y otras sinvergonzonerías cuando haya pasado el virus.
- Que la Basílica del Monasterio de El Escorial vuelva a abrir sus puertas como lo hacía antes del virus. No hay razón para abrirla sólo cuando hay misas.
- Que Facebook tenga oficinas en España en las que se atiendan las muchas reclamaciones que recibe.
- Que los niños os puedan escribir en nuestro lenguaje español común, para que les sea más fácil y para que vosotros no necesitéis de traductores adicionales, que ya bastante lío tenéis para atravesar territorios entre pandemias.
- Que, cuando pongan a tercera dosis a nuestros políticos, les inyecten un microchip que les haga crecer la nariz cada vez que mientan.
- Que los partidos políticos se pongan de acuerdo para firmar un pacto educativo que incluya para la Música planes específicos para enseñar a niños y jóvenes a escuchar música y así permitir una continuidad de público en las salas y asuman que la música no es un simple entretenimiento, sino una misión para que la sociedad mejore mentalmente, que no sólo debe hacerlo físicamente, aunque haya quien le convenga que sea sólo eso.
- Que la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de El Escorial y Patrimonio Nacional sean capaces de recuperar la idea por la que se construyó el Auditorio/Teatro de San Lorenzo de El Escorial.
- Que quien tiene proyectado crear una fundación con aportación de varios millones de euros destinada a la finalidad anterior no se desanime y mande a paseo a esas tres instituciones.
- Que el INAEM acierte en la concesión de la nueva línea de ayudas para la modernización de las estructuras de gestión de las artes escénicas y musicales con fondos procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
- Pedimos kayros. Que se multipliquen los kayros musicales, esos momentos que según los griegos transformaban al individuo en algo mejor, y que de pura belleza hacen que todo esto merezca la pena: ese silencio de casi dos minutos de Abbado al acabar la 9ª de Mahler, ese peso en el aire entre bis y bis de Sokolov, esas lágrimas reales del cantante de Rodolfo tras la muerte de Mimí porque él también acaba de perder algo.
- Pedimos divulgación. En prosa, en verso, con vídeos, con audios, en conferencias o en letras de trap… todo lo que sea necesario para que la gente perciba como cercano el hecho musical, que entienda y se emocione no sólo con lo “bonita” que es la música sino con el privilegiado dibujo dramático de Händel, con la inocencia dibujada de Puccini, con la belleza como ideal imposible de Britten, con la rabia interpuesta de Miles Davis. Divulgación para multiplicar emoción.
- Pedimos cercanía. Que vuelva el abrazo entre los músicos del escenario al acabar el concierto. Ya lo dijimos en estos regalos de reyes hace unos años: la etimología original de la propia palabra “concierto” es “llegar todos juntos a un lugar”. Celebrar con un abrazo haber llegado sanos y salvo al final de una sinfonía de Brahms me parece conmovedor, saludable, necesario.
- Pedimos terapeutas. La música, la cultura, el arte… habrían de estar por encima de problemas personales de ego que, sencillamente, precisan de tratamiento médico. Debo ser un completo iluso, pero me siguen revolviendo el estómago las luchas continuas porque nombres y cargos aparezcan en negrita y con tamaño de fuente inmenso, o la proliferación de portadas pagadas que se venden como logros personales en una carrera musical.
- Pedimos oportunidades. Para escuchar más a las calladas y a los olvidados. Normalizar otros nombres, que sigan sonando Boulangers, Corsellis, Hensels, Torres y el largo etcétera de autores y compositoras de presencia tan limitada. Es como estar mirando las cataratas del Iguazú desde la mirilla de una puerta cerrada. Abramos las puertas, por favor.
Posdata: Tenemos esta noche la alarma conectada, no vaya a ser que nos entren okupas y se coman y beban las provisiones que os hemos dejado, pero encontrareis en lo alto de la chimenea, por donde entráis, la llave magnética de la alarma. Beckmesser
Yo tambien pido a los Reyes Magos que se acaben las soflamas politicas rancias y casposas de “reventado” que tenemos que aguantar los lectores de Beckmesser por su parte, y que pretender adoctrinar a no se quien…. Ridículas a mas no poder, señorEs!
Y, por supuesto, no tienen la decencia de publicar mi comentario: mas aún se definen
¡Qué poco sentido del humor y que falta de respeto a la libertad de expresión! En cualquier caso, no tiene ninguna necesidad de aguantarnos…