Nuestra carta a los Reyes Magos para 2021
Carta a los Reyes Magos 2021
Les dejamos aquí lo que algunos de nosotros, escribanos en esta web, hemos pedido a los Reyes Magos para 2021.
Este año, queridos Reyes, quisiéramos empezar por pedir que los niños os puedan escribir en nuestro lenguaje español común, para que les sea más fácil y para que vosotros no necesitéis de traductores adicionales, que ya bastante lío tenéis para atravesar territorios entre pandemias. También que el año próximo podáis llegar con vuestras caravanas por todas nuestras ciudades.
Que las televisiones públicas estén al servicio de todos nosotros y no al de los políticos que las gobiernan para que, por ejemplo, en 2022 podamos ver a Nacho Cano homenajeando desde la Puerta del Sol a fallecidos y sanitarios.
Que, cuando vacunen a nuestros políticos, les inyecten un microchip que les haga crecer la nariz cada vez que mientan.
Que estos mismos políticos asuman que la música no es un simple entretenimiento, sino como bien dijo Muti en Viena, una misión para que la sociedad mejore mentalmente, que no sólo debe hacerlo físicamente, aunque haya quien le convenga que sea sólo eso.
Que el Gobierno de la Nación se decida a establecer, como se debe, un plan de apoyo y recuperación para las imprescindibles actividades musicales, por definición dejadas tantas veces de la mano de Dios en este país.
Que el Metropolitan y la Staatsoper de Viena sigan ofreciendo sus grabaciones históricas, que nos ha servido de mucho estos días.
Que Helga Schmidt pueda tener al fin el homenaje que se merece, retrasando la fecha de febrero planeada para que podamos asistir todos lo que la admiramos y que lo dirija quien corresponde, es decir, Zubin Mehta y no Gatti. El Auditori del Palau de les Arts debería de llevar ya el nombre de quien fue su alma máter y creadora.
Que el Palau de la Música tenga arte para encontrar un director musical para la Orquesta de Valencia y lucidez y fortaleza para acelerar al máximo su reapertura.
Que la Comunidad de Madrid acierte con el nombramiento de la directora que va a sustituir a Víctor Pablo Pérez al frente de los conjuntos coral y orquestal que dependen de ella. Y que no le sigan rebajando su presupuesto.
Que la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla encuentre el director musical que se merece y que las disensiones en su interior toquen (nunca mejor dicho) a su fin.
Que los organizadores de conciertos superen las dificultades económicas y también comprendan que esto es cosa de todos y que sin su apoyo las webs musicales no pueden subsistir. Que se den cuenta de una vez que algunos medios en webs tienen mucha mayor difusión que otros en papel y no sean rácanos con nuestras míseras tarifas.
Que todos comprendamos que, como en todo, la unión hace la fuerza.
Que a José Miguel Pérez Sierra no le hagan falta falsas promesas porque le sobre trabajo.
Que Pedro Halffter encuentre la titularidad que merece.
Que Juanjo Mena y Miguel Ángel Gómez Martínez vuelvan a pisar el Teatro Real.
Que a Gustavo Gimeno, Pablo Heras Casado o alguno de los ya citados les sea concedido el Premio Nacional de Música. ¡Ya es hora!
Que a Karel Mark Chichón no le envíen más infiltrados quienes no se resignan a haber perdido poder e influencias.
Que a Teresa Berganza le traigan un nuevo iPhone con conexión inalámbrica a la TV para que vea mejor los streamings.
Una vacuna contra los James Rhodes, contra los cantamañanas y símiles que pululan por la geografía española. Otra para cortocircuitar a los ineptos que les dan cancha y hasta ciudadanía.
Que el Teatro Maestranza recupere esplendores pasados y, con ello, su posición en el circuito internacional de teatros de ópera.
Que aumente la presencia de nuestro patrimonio musical y los artistas españoles en nuestros teatros, que bastante mal lo están pasando.
Que se acaben los concursos ideados por algunos políticos para poder elegir un cargo sin mojarse directamente, recurriendo a jurados nombrados con instrucciones finales incluidas. Mejor a dedo y asumiendo la responsabilidad.
Que auditorios y teatros españoles puedan seguir dando ejemplo al mundo de cómo funcionar sin contagios pero que, si por desgracia, tienen que volver a cerrar, aprovechen para cambiar butacas, algunas ya raídas y sonoras, con pantallas de texto en el respaldo.
Que los directores artísticos de los teatros de todo el mundo se dejen de machacarnos con sus gustos escénicos y respeten los libretos y aquello en lo que pensaban los compositores.
Que se les de un cursillo obligatorio de música y gestión a tantos nuevos gerentes de orquesta y teatros que no tienen ni pajolera idea de qué va la cosa.
Que cuando desaparezcan las mascarillas, no vuelvan las toses de siempre.
Posdata: Tenemos esta noche la alarma conectada, no vaya a ser que nos entren okupas y se coman y beban las provisiones que os hemos dejado, pero encontrareis en lo alto de la chimenea, por donde entráis, la llave magnética de la alarma. Beckmesser
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