Riccardo Muti

Salvo Nastasi llevó a cabo una reforma del Teatro San Carlo que acabó con su aspecto y acústica. Riccardo Muti hizo oídos sordos a las protestas contra la obra

El crítico musical Paolo Isotta ha denunciado en el diario Il Fatto Quotidiano la renovación del Teatro San Carlo llevada a cabo por Salvo Nastasi, comisario del teatro entre 2007 y 2011. Según esta reforma, Nastasi socavó la base del escenario del Teatro San Carlo, una cámara acústica, para construir un bar semisubterráneo confiado a una pastelería napolitana.

Construido en 1737, el Teatro San Carlo sufrió un incendio la noche del 22 de febrero de 1816 que llevaría a la restauración completa del edificio. Antonio Niccolini, uno de los arquitectos neoclásicos de mayor prestigio, fue nombrado responsable del proyecto. Este culminaría el 12 de enero de 1817 y se convertiría en uno  de los teatros de mejor acústica del mundo. Además, el arquitecto escogió para el coliseo los colores azul y plata, una estética que sobrevivió hasta la década de los 50.

El Teatro sufrió una nueva renovación durante el mandato de Salvo Nastasi, quien mandó construir un bar en la cámara acústica de la base del escenario del Teatro. Como consecuencia, detalla Isotta, “el archivo del Teatro, de una importancia incalculable, ha tenido que moverse a un contenedor en las afueras de la ciudad, y ni siquiera se puede abrir. Cuando el plan de destrucción salió a la luz, numerosos responsables y referentes de la cultura napolitana intervinieron públicamente para detenerlo”.

Uno de los hombres a los que se pidió detener la obra fue Riccardo Muti, quien en vez de enfrentarse al comisario, “se hizo una foto con un casco amarillo junto a Nastasi”. El director fue también el encargado de inaugurar la sala con un concierto sinfónico y declaró en una entrevista para el diario Mattino que la acústica no había cambiado en absoluto.

Los lazos que unen a Muti y Nastasi, indica Isotta, pueden remontarse a la época en la que Nastasi gestionaba las subvenciones para espectáculos culturales. En esa época, el Ministerio apoyó un festival en Ravenna dirigido por la mujer de Muti.

A pesar de las denuncias, continúa el crítico, nadie ha intervenido: “Todos estamos de acuerdo pero pocos los declaramos en público. Muti reside en Chicago y realiza conciertos habitualmente en Europa; Nastasi es vicepresidente de la SIAE (Sociedad Italiana de Autores y Editores); y los directivos nombrados bajo su mandato, menos en La Scala, continúan en su puesto bajo sus órdenes”.

En un segundo artículo publicado el 7 de junio en el diario Il Fatto Quotidiano, Isotta se dirige al Presidente de Italia por la concesión a Rosanna Purchia, directora del Teatro San Carlo, de la orden de mérito ‘Grande Uficciale’ de la República.

Isotta recuerda el recibimiento al Rey de España en el Teatro San Carlo con el himno franquista, un error ejemplar de la gestión de Purchia según el crítico musical. Así, continúa Isotta, Sergio Mattarella, Presidente de Italia desde 2015, parece haber olvidado y premiado este despiste. Rosanna Purchia, designada directora bajo el gobierno de Nastasi, “no solo aceptó orgullosamente la regencia de un teatro cuya acústica Nastasi había destrozado, sino que bajó el nivel artístico a un nivel por debajo de los tolerable”, detalla el crítico.

El pasado 2 de junio, Purchia recibió el galardón de manos del Presidente, un reconocimiento cuestionable e inmerecido que, en palabras de Isotta, asesta un golpe más a “aquello que durante cinco siglos fue una de las cimas culturales de Italia: la música”.

Lea el artículo original en este enlace. Más información sobre el nombramiento de Purchia aquí.