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Por Publicado el: 16/05/2017Categorías: En vivo

Cenerentola: pobre Angelina

POCO A POCO

LA CENERENTOLA

Fecha: 13-V-2017. Lugar: Teatro Victoria Eugenia. Programa: ‘La Cenerentola’, dramma giocoso, en dos actos, de Gioachino Rossini. Intérpretes: Marifé Nogales, Jorge Franco, Salvatore Salvaggio, Borja Quiza, Haizea Muñoz, Lucía Gómez, Alberto Zanetti. Ballet: Escuela municipal de música y danza de San Sebastián. Coro: Tempus Ensemble. Orquesta: Musikene. Director de escena: Paolo Panizza. Director musical: Eduardo Portal. Producción: Opus Lirica.

Si bien acertado es que Opus Lirica nombre Madrina de Honor a la gran dama de la lirica que es Teresa Berganza, la talla artística de esta mujer bien merece un acto de mayor peso que la ramplonería que tuvo lugar antes de empezar el espectáculo. Poco a poco se irá aprendiendo para evitar ese ‘medio pelo’ con el que está contagiada una parte de la cultura de Donosti Aldea. Vamos a ver, si se sube a la escena ‘La Cenerentola’ de Rossini, no puede el harapiento personaje de Angelina, o sea la hijastra y sirviente llamada Angelina, salir a tablas más limpia y reluciente que un san luis y con un palo haciendo que barre sin el sorgo escobero atado al extremo inferior, y así, con semejantes considerandos, se podía seguir con los decorados a modo de juego construcción de piezas de madera y colorines que de niños nos traían los Reyes Magos. Ahora bien, si el objetivo es hacer una escenografía destinada a la gente menuda pues no queda mal. Panizza confunde una dramma goicoso con una bufonada, sin rigor ni respeto hacia el cuento ‘Cendrillon’ de Charles Perrault. Eso les pasa a muchos -con poca imaginación- en esta ópera.

Aunque el foso del Teatro Victoria Eugenia no dé para muchas gollerías, es justo resaltar el buen trabajo de los aprendices músicos (genérico normado por la RAE) que integran la orquesta del Centro Superior de Música del País Vasco, Musikene. Buenos mimbres hubo ahí abajo con un interesante estreno en la lírica representada. Otra cosa distinta fue la labor de la batuta de Eduardo Portal, lejana de todo color rossiniano, plana y sin matices sonoros, con despistes en los concertantes vocales.. El coro estuvo desajustado pese a contar con buenas individualidades canoras; tal vez requiera una dirección más consistente. Los bailarines cumplieron, pese a su forzada presencia en la escena.

Nogales hizo una Angelina interesante, aunque su tesitura de voz tenga un brillo de ligero mate para este personaje, y bien pudo haber hecho un mayor trabajo en expresividad con el hermoso texto del libreto de Jacopo Ferretti. Al día siguiente, 14, tendrá la segunda y última representación, sin descanso vocal alguno, lo que no puede serle beneficioso. Poco a poco Opus Lirica irá aprendiendo que estas cosas no se pueden hacer. La voz de Borja Quiza nos dejó un Dandini de mérito. Jorge Franco, un fijo de Opus Lírica (Almaviva, Ernesto), en el agudo se le queman los ferodos. El resto del reparto pasó sin pena ni gloria; alguno, como Alberto Zanetti en Alidoro, con francas carencias en la afinación. Esta ópera termina con todos los artistas cantando tutto cangia a poco a poco. Pues eso es lo que se espera de Opus Lírica que todo vaya cambiando, poco a poco, para mejor. Manuel Cabrera

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