Chailly: Toscanini no escuchó nunca “Fanciulla”
Chailly: Toscanini no escuchó nunca “Fanciulla”
La “Fanciulla del West” ha vuelto a la cartelera de la Scala el pasado día 3 de mayo, bajo dirección de Riccardo Chailly, a quien entrevistamos en estas líneas.
P- ¿Qué hay de nuevo en su “Fanciulla del West?
R- “La “Fanciulla del West” es un caso extraño, porque nadie la ha oído tal y como fue escrita, ni el mismo Puccini. Sólo ahora puede hacerse.
P-¿Cómo puede haber sucedido tal cosa?
R-Cuando Toscanini la dirigió en su estreno neoyorquino realizó algunos cortes para adaptar la partitura a la acústica especialmente seca de aquel teatro, hoy inexistente. El éxito fue muy grande y Toscanini ya siempre la dirigió con aquellos cortes y estos han perdurado hasta hoy. Robert Carsen y yo hemos decidido recuperar la partitura original, con ciento veinticuatro compases más que la matizan y hacen más rica.
Llevo años analizando la obra pucciniana y cuento con el apoyo del profesor Gabriele Dotto, director de la edición crítica para la casa Ricordi de las óperas de Puccini. Ya trabajé con él en la revisión de “Manon Lescaut” y ahora lo hemos hecho con “Fanciulla”.
P-¿Por qué cree que a Puccini le interesó un drama del Oeste americano?
R-A Puccini siempre le atrajeron las músicas de otras culturas. Piense en el aire japonés de “Madama Butterfly” o “Turandot”. Por eso estudió las tradiciones musicales de China y Japón. Otro tanto realizó con los ritmos del Oeste, los cantos populares, los indios o el ragtime y logró impregnar de ese ambiente a su obra hasta el punto que Luciano Berio pensó de trasformarla en un musical para llevarla a Broadway.
P-¿La orquestación de “Fanciulla” la hace tan difícil de dirigir como se cuenta?
R-Puccini introduce en ella un lenguaje nuevo, muy sinfónico, en donde la orquesta es casi más importante que la voz. Para mí es claro que tomo conciencia de que compartía tiempo con Ravel, Strauss, Mahler y Schönberg. Piense que Webern escribió a Schönberg acerca de la obra que era una partitura magnífica con sonoridad original y ni un trazo kitsch.
P-¿Por qué “Fanciulla” no acaba de representarse tanto como otras óperas puccinianas?
R-No es tan fácil de poner en escena como otras. Necesita un reparto de nivel, con una soprano dramática, un tenor y un barítono que no sólo han de tener voz sino también ser actores. El coro es también un gran protagonista, mucho más que en “Boheme” o “Tosca” y la orquesta, como ya he apuntado, reúne gran complejidad.
P-Hablando de Tosca, el personaje de Minnie es de alguna forma mucho más fuerte que el de otras de las protagonistas femeninas de Puccini…
R-Sí en cierto modo. Es una mujer capaz de vivir inmersa y defenderse en un mundo rural, rudo, de hombres. Una especie de Calamity Jane. Aquellos hombres, que habían emigrado en busca de trabajo y fortuna, veían en ella la posibilidad de un hogar, de una esposa y una madre, Ella es consciente de ello, pero tiene corazón, ama a su bandido y quiere salvarlo. El amor y el deseo son partes esenciales de la ópera, pero también de la vida. Sin embargo tampoco Minnie está muy alejada de Tosca.
P-Pero no muere como Tosca…
R-No y eso pudo ser en su día un obstáculo adicional para la popularidad de la ópera. Sin embargo su personaje está actualmente mucho más cercano a nosotros, a nuestra sociedad. El público de hoy entiende tanto a Tosca como a Minnie. (J.A.)
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