El cese de Christian Roig como gerente de la Filarmónica de Gran Canaria

 Estaba cantado. Finalmente, el violinista Christian Roig ha sido despedido de su puesto de gerente de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, al que accedió tras un “irregular” concurso cuestionado tanto por la Prensa local y nacional, y denunciado por varios aspirantes a la polémica plaza, dos de los cuales incluso presentaron “recurso de alzada” ante los tribunales. Todo apunta a que ha sido más bien el camino del amiguismo, o de la política, o de la complicidad con asuntos oscuros que poco o nada tienen que ver con la música”, avanzó www.beckmesser.com el 12 de agosto de 2020, en nítida alusión a las turbias razones que hicieron que una persona sin más experiencia gerencial que llevar una orquesta “de bolo”, la muy discreta orquesta manchega “Sinfónica Verum”, un conjunto radicado en Tomelloso (Ciudad Real) y sin actividad conocida desde el 25 de abril de 2019, accediera a un puesto de tanta responsabilidad como el de desempeñar la gerencia de una orquesta profesional y acreditada como es la Filarmónica de Gran Canaria.

El cese fue acordado al mediodía de ayer por la comisión ejecutiva de la Fundación Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, dependiente del Cabildo grancanario. Se da la circunstancia de que el pasado otoño, cuando Christian Roig aún estaba en periodo de prueba, éste llegó a denunciar “por acoso moral” al director de la orquesta, Karel Mark Chichon, a la propia Fundación de la que dependía y hasta al mismísimo Presidente del Cabildo, Antonio Morales Méndez. El diario La Provincia, precisaba en su edición del 27 de febrero, que “esta demanda ha sido presentada por acoso laboral, integridad moral, derecho al honor e imagen contra el presidente del Cabildo, Antonio Morales”. En el delirante escrito se llega a asegurar que “el presidente usó el cargo para públicamente denigrar a Roig”.

Christian Roig

Valenciano y violinista, Christian Roig “asumió este cargo” -publicó por su parte el diario Canarias 7- “en septiembre del pasado año, tras decidir el jurado presidido por la consejera de Cultura, Guacimara Medina, que era el ganador del concurso público convocado para suplir la vacante de gerente de la OFGC”. Aquel polémico y cuestionado concurso se hizo, además, a espaldas del propio director musical y artístico de la orquesta, Karel Mark Chichon. El escándalo derivado de tan controvertida designación originó que Guacimara Medina, en virtud de un acuerdo pactado, se apartara de sus responsabilidades como Presidenta de la Fundación Filarmónica de Gran Canaria, cargo que fue asumido personalmente por el propio Presidente del Cabildo, quien tomó decida carta en el asunto para resolver y solventar el entuerto provocado por el fallido nombramiento.

“Este pulso interno”, publicó el 25 de febrero Canarias 7, “en el seno de la OFGC había derivado en un notable desencuentro entre el PSOE y Nueva Canarias [el partido del Presidente Antonio Morales Méndez], con Ciudadanos alineado con los socialistas”. El enfrentamiento concluyó con la renuncia de los socialistas Miguel Ángel Pérez (vicepresidente primero del Cabildo) y de Guacimara Medina como vicepresidente y presidenta de la Fundación OFGC, respectivamente. “Lo hacemos”, dijeron entonces, “por discrepancias en la gestión de la Fundación con Antonio Morales, no con el grupo de gobierno”.

El chanchullo ha concluido definitivamente con el cese de Christian Roig, con el Presidente del Cabildo desempeñando la Presidencia de la Fundación que dirige la OFGC y con el maestro Karel Mark Chichon en su puesto de director musical y artístico. Despejado el lío, que la música y los músicos, el maestro Chichon y los profesores de la orquesta, puedan proseguir su trabajo artístico liberados ya de estos tejemanejes tan ajenos al arte y que tanto emborronan la gestión y el buen hacer de tantos profesionales de buena fe. ¡Qué siga la música! Justo Romero