Christian Zacharias retrata el Beethoven heroico con la ORCAM
Christian Zacharias retrata el Beethoven heroico con la ORCAM
El maestro actuará también como solista en un concierto dedicado a la etapa heroica del compositor de Bonn
Este martes, 14 de enero, la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid abordarán su quinto concierto de abono, íntegramente dedicado a la figura de Beethoven, de quien este año se celebran los 250 años de su nacimiento.
Christian Zacharias, principal director invitado de la formación, actuará en calidad de director y solista, interpretando el Concierto para piano n.3. El programa se completa con la obra La batalla de Vitoria o La victoria de Wellington y su Tercera Sinfonía.
Las tres obras se enmarcan en lo que se ha definido como la etapa heroica de Beethoven, que comprendería los primeros 15 años del siglo XIX. En ella, Beethoven supera las formas musicales del clasicismo movido por una inquietud constante sobre la renovación formal. Su escritura, ya madura, evoluciona hasta componer obras monumentales de orquestación y ejecución más compleja.
En la misma época, Beethoven luchaba ya contra la sordera, agudizando la percepción de lo trágico. Muestra de ello es la conocida carta que el compositor escribió a sus familiares como despedida, el ‘Testamento de Heiligenstad‘: «Pero qué humillación cuando alguien a mi lado oía el sonido de una flauta a lo lejos y yo no oía nada, o cuando alguien oía cantar a un pastor y yo tampoco oía nada. Tales situaciones me empujaban a la desesperación, y poco ha faltado para poner yo mismo fin a mi vida… Es el arte, y sólo él, el que me ha salvado. ¡Ah!, me parecía imposible dejar el mundo antes de haber dado todo lo que sentía germinar en mí, y así he prolongado esta vida miserable… Con alegría voy al encuentro con la muerte. Si viene antes de que haya tenido ocasión de desplegar todas mis posibilidades para el arte, entonces llega demasiado pronto para mí, a pesar de mi duro Destino, y me gustaría que fuese más tardía; sin embargo, aun entonces sería feliz. ¿No me librará ella de un estado de sufrimiento sin fin? Ven cuando quieras, voy animosamente a tu encuentro…»
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