Coincidencias peculiares
Coincidencias peculiares
Son tres y sólo tres los directores consagrados auténticamente internacionales que tenemos: Rafael Frühbeck de Burgos, Miguel Ángel Gómez Martínez y Jesús López Cobos. Él último ha logrado colocarse muy bien en España en varias etapas de su carrera -fundamentalmente OCNE y Teatro Real- y llevarse al bolsillo alrededor de cinco millones de euros durante la última de ellas. Sorprendentemente ahora reniega de todo, pero siempre hay quien nunca está satisfecho. En cualquier caso, mis felicitaciones por su reciente y muy significativo 70 aniversario, celebrado por todo lo alto en Lausanne, donde mantiene su residencia. Los dos primeros no se quejan de sus estancias en nuestro país, sino más bien de su escasa presencia en él en los últimos años. ¿Cómo este país puede contar tan poco con quienes obtienen críticas como las recientes de Frühbeck en Los Ángeles o Filadelfia, donde se ha llegado a decir que con él la orquesta suena como en tiempos de Stokowski? Afortunadamente hay algunas entidades que inteligentemente abren el cuentagotas, como la Ópera de La Coruña, Burgos, la Sinfónica de Madrid, la ONE o la de RTVE.
Febrero y marzo han supuesto la excepción, pues Gómez Martínez dirigió esta semana con la RTVE una sinfonía de Tchaikovsky y Frühbeck eligió al mismo autor en la ONE. Curiosa coincidencia, como curioso también que el granadino programase, hace apenas un mes con la Sinfónica de Madrid, varias piezas de la “Suite española” de Albéniz en orquestación del burgalés. Obviamente no se trata de ninguna campaña concertada de ambos, que bien podían ponerse de acuerdo para simplemente preguntar la razón por la que no se cuenta con ellos en el Teatro Real, donde Gómez Martínez ha dirigido una única vez, hace diez años, y Frühbeck ni se ha estrenado. Les aseguro que les asombraría la respuesta. Quizá ustedes no puedan enterarse hasta septiembre -¿les vale la pista?- pero acabarán por conocer los motivos porque afortunadamente, tarde o temprano, todo se sabe.
Ellos no necesitan limosnas y a los perjudicados, que somos nosotros, siempre nos quedará la alternativa de viajar a La Coruña en septiembre para escuchar a uno el “Otello” de Verdi o al Escorial para una “Tosca” y a Burgos para oír al otro un ciclo Brahms en la inauguración del nuevo auditorio.
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