UN BALLO IN MASCHERA

Teatro Real de Madrid

Abre el Teatro Real su temporada de ópera 2020–2021 con esta obra maestra de Giuseppe Verdi, que volverá a subir al escenario del coliseo madrileño, de donde falta desde el año 2008, cuando fue también el título que abrió la temporada.

En aquella última ocasión fue su director musical el ya desaparecido Jesús López Cobos, entonces director musical del Teatro Real, y en el reparto principal había figuras entonces en plena sazón, como eran Marcelo Álvarez y Violeta Urmana. También estuvo anunciado Carlos Álvarez en la parte de Renato, pero lamentablemente hubo de cancelar por enfermedad.

Estamos ante una de las óperas capitales del compositor de Busseto, que resulta muy exigente para los tres personajes principales de la ópera. En esta ocasión están bien confeccionados los repartos, en los que las cancelaciones y sustituciones han acabado por mejorarlos.

Dirección Musical

Una vez más corre a cargo del italiano Nicola Luisotti, director principal invitado del Teatro Real, que es una auténtica garantía en el repertorio verdiano, como lo ha demostrado tantas veces. Bastará recordar su intachable dirección de La Traviata que cerró la temporada pasada del teatro. A sus órdenes estará la Orquesta del Teatro Real, que es la Sinfónica de Madrid, que se ha convertido en mi opinión en la mejor orquesta de foso de España. Completará la parte musical el Coro del Teatro Real, otra auténtica garantía de calidad.

En dos de las representaciones asumirá la dirección el joven (29) y prácticamente desconocido Lorenzo Passerini. Hace un año debutó en Turín, sustituyendo a última hora a Daniel Oren, dirigiendo Tosca y dejando una impresión positiva. Hace unos meses ha dirigido Faust en Sydney y las críticas han sido favorables.

Reparto Vocal

Como ocurre frecuentemente en el Teatro Real con los títulos que podemos considerar populares, se anunció inicialmente un doble reparto, con algunos nombres atractivos.

Riccardo

En el primer reparto se anuncia al tenor americano Michael Fabiano, a quien hemos visto en varias ocasiones en Madrid. Es un tenor que está teniendo una carrera importante, aunque reconozco que no me entusiasma últimamente. La voz es bella y tiene una notable musicalidad, pero está claramente comprometido en la zona alta, cambiando incluso de color su instrumento. Su última actuación en el Teatro Real fue en La Traviata del mes de julio.

En el segundo reparto está anunciado el tenor mejicano Ramón Vargas, a quien estamos acostumbrados a escuchar en un repertorio más ligero. Indudablemente, su voz ha evolucionado con el tiempo y ha perdido el brillo que tenía anteriormente. Es todo ello muy natural, teniendo en cuenta que ya tiene 60 años de edad.

Amelia

En el primer reparto estará la soprano napolitana Anna Pirozzi, que se ha convertido en la más importante soprano dramática de su país. Es Amelia un personaje que ha cantado en muchas ocasiones y con éxito. En España lo cantó la temporada pasada en Oviedo. Hace 4 años tuve ocasión de verla en este personaje en Múnich, sustituyendo a última hora a Anja Harteros y mi recuerdo es claramente positivo.

En el segundo reparto estaba anunciada únicamente la soprano rusa Tatjana Serjan, que ha cancelado, lo que ha traído consigo que sus fechas se hayan cubierto por 3 sopranos distintas. Sin duda el cambio ha traído consigo la aparición de nombres de gran atractivo.

Tres de las representaciones serán cubiertas por la soprano española Saioa Hernández, que se ha convertido en una auténtica figura en la Scala de Milán y de quien ya dijo hace años su profesora de canto (Montserrat Caballé) que sería la gran figura del siglo XXI. Parece que lleva buen camino. Es una auténtica soprano dramática de agilidad, especie tan rara de encontrar, y hará su debut en el Teatro Real.

Otras dos funciones serán cubiertas por la soprano italiana Maria Pia Piscitelli. Vuelve al coliseo madrileño, donde fue el año pasado Imogene en Il Pirata de Bellini. Es una buena cantante sin ser excepcional.

El otro gran atractivo en 3 de las representaciones de octubre es la presencia de Sondra Radvanovsky. Sin duda una de las grandes divas de la actualidad. Su última actuación en el Teatro Real fue hace 9 años como la protagonista de Tosca. Desde entonces ha evolucionado alcanzando el estrellato.

Renato

En el primer reparto se cuenta con el barítono polaco Artur Rucinski, una de las voces más bellas actualmente en su cuerda, aunque resulta un tanto monótono, al tender a cantar todo en forte. Sus últimas actuaciones en Madrid fueron la temporada pasada en el Conde Luna de Il Trovatore y más recientemente en la ya señalada Traviata del pasado mes de julio.

En el segundo reparto está el barítono rumano George Petean, uno de los más activos en su cuerda, a quien vimos por última vez en este teatro el año pasado como Ernesto en Il Pirata de Bellini. Su actuación fue correcta, sin brillo especial. Su voz es amplia y atractiva.

Ulrica 

En el primer reparto estará la italiana Daniela Barcellona, a quien tanto hemos visto cantando Rossini en el pasado, pero cuyo repertorio ha cambiado en los últimos años, aunque en mi opinión no hemos ganado en el cambio. Para mi gusto el personaje requiere casi una contralto, lo que no es el caso de la italiana, aunque no cabe duda de que es una notable cantante.

El en segundo reparto estaba anunciada la mezzo española María José Montiel, pero ha cancelado, siendo su sustituta la italiana Silvia Beltrami, que vuelve al Teatro Real, donde cantó por última vez hace 10 años como Marquesa Melibea en Il Viaggio a Reims de Rossini. Es una buena profesional.

Óscar

En el primer reparto podremos ver a la soprano guipuzcoana Elena Sancho Pereg, quien creo que hará su debut en el Teatro Real y que ya cantara este personaje hace tres años en el Liceu de Barcelona, dejando una muy positiva impresión. Su carrera se ha desarrollado en Alemania y es una destacada cantante e intérprete. Este verano tenía que haberse producido su debut en el festival de Múnich, pero la pandemia lo ha impedido.

En el segundo reparto está anunciada la casi desconocida Isabella Gaudí, de quien no recuerdo sino una Despina en Oviedo, que resultó muy divertida.

Producción Escénica

Se trata de una producción del italiano Gianmaria Aliverta, que se estrenó en el Teatro de La Fenice de Venecia en noviembre de 2017. Sitúa la acción, de acuerdo con el libreto definitivo de Somma, en Estados Unidos, aunque la traslada al siglo XIX en la época de Abraham Lincoln. La escena final del baile de máscaras la domina la Estatua de la Libertad, aunque todavía no se había colocado en Nueva York. La producción parece que funcionó bien, aunque no fue un gran éxito.

Tras su paso por Madrid, volverá a verse en Sevilla en el mes de febrero.

Habrá un total de 16 representaciones entre los días 16 de septiembre y 14 de octubre. José M. Irurzun 

Y, tecleando aquí, una de las críticas del espectáculo en La Fenice