Temporada de la OCNE
Concierto en miniatura
Obras de Schumann, Ravel y Debussy. Steven Isserlis, violonchelo. Véronique Gens, soprano. Orquesta Nacional de España. Josep Pons, director. Auditorio Nacional. Madrid, 29 de febrero
Steven Isserlis toca un Feuermann Stradivarius de 1730 que suena muy bien y del que obtiene unas notas preciosas. Eso no basta para interpretar el “Concierto para violonchelo y orquesta” de Schumann, que precisa un volumen sonoro, una amplitud romántica y un vuelo que nada tiene que ver con la flema inglesa con el que Isserlis lo abordó. Si las propinas suelen sobrar, sobran mucho más cuando se conceden, como en este caso, actuando junto a una orquesta y sin que sean exigidas por el público.
La “Shéhérazade” de Ravel es una obra infrecuente, muy agradable, que sólo se ha programado dos veces en toda la historia de la ONE. A Véronique Gens –especialista en Mozart y el barroco según el programa de mano- le faltó el punto de sensualidad del que probablemente sí dotaron a la partitura Victoria de los Ángeles y Jessye Norman, sus predecesoras en las dos ocasiones anteriores. Josep Pons dirigió “El mar” de Debussy en la misma línea que había acompañado las obras ya citadas, con un buen sonido de la orquesta pero con una cierta distancia a la esencia temperamental de la música. A todo el concierto le faltó ese punto de entrega que se necesita para que surja la emoción. Gonzalo Alonso