Crítica CD: Saint-Saëns, Lang Lang. Deutsche Grammophon
UN CONCIERTO Y UNOS CUANTOS BISES
Saint-Saëns: Carnaval de los animales, Concierto para piano nº 2, con obras de Ravel, Debussy, Fauré, Delibes, Farrenc, Sohy, Taillaferre, Bonis y L. Boulanger. Lang Lang y Gina Alice, pianos. Orquesta de la Gewandhaus, Andris Nelsons. Universal Music/Deutsche Grammophon, 2 CDs.
Después de algún que otro yerro de calado, con el fiasco de las Variaciones Goldberg en primera línea, parece que Lang Lang regresa al buen camino en este doble compacto en el que a lo mejor la presencia de su director acompañante, Andris Nelsons, supone una muy buena influencia.
No se trata de una grabación con repertorio de primera línea, sino de un doble compacto con dos obras básicas y una serie de complementos más o menos habituales (a veces auténticamente raros) que siempre se agradecen, máxime cuando están tan bien servidos.
El grueso del registro lo integran dos obras de Saint-Saëns bien conocidas y populares, cuya presencia viene remarcada por el hecho de estar inscritas en sendas muy interesantes interpretaciones.
En el Carnaval de los animales, tanto Lang Lang como su esposa, Gina Alice, despliegan buen gusto y conocimiento del estilo, pero quizá lo más original y resaltable es la aportación de Nelsons, que huye del tópico para trazar una versión llena de ángulos y rincones que encierran un elegante, sugerente y sonoramente original discurso. No hay excesivo ruido ni, salvo alguna aislada excepción, grandes carreras. Todo es comedido y, sobre todo, mucho más musical que festivo. En mi opinión, una de las más interesantes y únicas versiones del Carnaval que haya escuchado en disco.
La otra obra de peso de la grabación es el Concierto para piano y orquesta nº 2 del mismo Saint-Saëns, una obra a la que no se le suele hacer mucho caso, o que se la despacha bajo el sello de su indiscutible contenido virtuosístico. En esta versión de esto último sobra, particularmente en el enloquecido tercer movimiento, en el que Lang Lang pone de manifiesto que sus dedos siguen corriendo en paralelo a las ideas que, en este caso, están marcadas por un gran músico.
Lo que a veces es y que muchas veces se le olvida cuando aborda experimentos inútiles. Sucede lo mismo con el Andante sostenuto, lleno de sentido y musicalidad y en ese Allegro scherzando que contiene una de las melodías más hermosas y expansivas del francés. Gran versión, sin la menor duda.
El otro disco está construido con una de serie de piezas que Lang Lang toca a solo o acompañado por Gina Alice. Comienza con la Pavana para una infanta difunta, de Ravel, espléndidamente tocada, y la Petite Suite de Debussy, para piano a cuatro manos, de la que el matrimonio traza una intimista y bella versión. A estas le siguen dos piezas de Fauré, la versión para piano de la Pavana y la transcripción de In Paradisum, del Réquiem.
Al conocido Dúo de las flores, de Lakmé, de Delibes, se unen otras piezas no tan conocidas, como el Estudio op.26/10 de Louis Farrenc; la Romanza sin palabras, de Carlotte Sohy; Miocheries, de Mélanie Bonis; el Valse lento, de Germaine Tailleferre, o D´un jardin clair, de Lili Boulanger. El disco finaliza con la transcripción para piano a cuatro manos de El cisne, del mismo Carnaval de los animales. O sea, un segundo CD de interesantes bises para un concierto de base de mucha más sustancia de la que podía parecer. Recomendable.
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