Crear parejas
Crear parejas
La semana pasada hacía un repaso a algunas de las parejas célebres de la historia lírica y las comparaba con las de hoy. Hay otra cuestión que merece la pena tratar, al margen de que las que hoy se puedan formar reúnan o no la calidad de las del pasado. La cuestión es que a la ópera le viene muy bien la existencia de sopranos y tenores emparejados, como también le vienen muy bien las parejas de tenores, sopranos, barítonos, mezzos o bajos que originen rivalidades populares. De ahí que los teatros que tengan posibilidades de crear unas u otras no dejen pasar la oportunidad.
¿Acaso no aportaba calor en la afición la rivalidad entre Callas y Tebaldi como Tosca o Violeta? ¿Acaso no lo hacía el que Callas supuestamente dijera que comparar a ambas era como comparar champagne con coca cola? ¿Acaso no subía la adrenalina de las posibles audiencias el que la griega afirmase, ante el cambio de “Trovatore” por “Andrea Chenier” en su siguiente reaparición en la Scala junto a del Monaco, afirmase que quien estaba malo no era del Monaco sino Manrico? Todas estas pequeñas cosas dan vida al género.
El Teatro Real ha tenido y aún tiene posibilidades de crear parejas que dividan y arrastren a la afición, que empujen a que los aplausos y las disensiones sean más calurosamente sonadas al término de algunas frías representaciones. ¿Por qué no alternar en un par de mismos títulos tenores como Flórez y Bros y mantener esa competencia durante varias temporadas? ¿Por qué no hacerlo con Marcelo Álvarez y Joseph Calleja o Aquiles Machado? Hay bastantes tenores latinos a los que enfrentar profesionalmente, pues a cuatro de los citados se podría añadir a Cura, Villazón, Vargas, etc. Y otro tanto podría intentarse con las sopranos o las mezzos. ¿Por qué no una “Carmen” alternándose Montiel y Nancy Fabiola Herrera que, de paso, ayudase a aumentar la popularidad de ambas? Porque además el teatro que es capaz de lanzar figuras es y será siempre un teatro reconocido. El Real podría emprender este camino, pero para ello haría falta arreglar muchas cosas. ¿Qué cuáles? Les contaré. De entrada profesionalizar algunos de sus puestos claves.
Últimos comentarios