Critica: Agradable y mejorable con la Euskadiko Orkestra
CRITICA: AUDITORIO KURSAAL. EUSKADIKO ORKESTRA. ¡DE PELICULA!
AGRADABLE Y MEJORABLE
Fecha: 1-IX-2022. Lugar: Auditorio Kursaal. Programa: ¡De Película! Filmes: Good morning, Vietnam, El muñeco diabólico, La Máscara, El discurso del Rey, Titanic, Nacido el cuatro de julio, Misión imposible; Mrs Doubtfire, Atrápame si puedes, La Vida es bella, Piratas del Caribe y Forrest Gump. Compositores de música: Bob Thiele y George Weis (“Whad a wonderful world”), Joe Renzety, Randy Edelman (“Hey Pachuco”), Beethoven (“Sinfonía nº 7”), John Williams, Lalo Schiffrin, Rossini (El Barbiere di Siviglia, “Largo al factotum”), John Williams (“Escapades”), Niccola Piovani, Hans Zimmer, Alan Sisvestri. Actores – animadores: Jordi Brau y Luis Posada. Orquesta: Euskadiko Orkestra. Director musical: Rubén Gimeno.
El espectáculo/concierto que aquí se valora, ya tuvo sus parabienes en su estreno catalán, lo que de por sí lleva bastante adelantado. Se trata de un evento donde se mezcla música con fotogramas o breves fragmentos de películas conocidas y que mereció el agrado del espectador, sobre todo del joven cuya presencia fue notoria.
La Euskadiko Orkestra, con primeros violines a 5, y una sección de percusión bien nutrida, así como reforzada la de viento, contó con pocos de sus titulares y se vio reforzada por buena y amplia juventud frente a los atriles, sin que ello fuera demérito alguno, aunque fue apreciable un mayor ensamblaje sonoro y unas adecuaciones más cuidadas a las partituras que para el cine son, de por sí, bastante complejas. De cualquier modo se saldó con apreciable resultado del empeño acometido. La batuta de Gimeno estuvo a la par de la orquesta ya que la lectura de las partituras de dirección con esa temática tan dispar tiene sus riesgos que algunas veces fueron notorios en la concertación.
El tejemaneje del evento estuvo en las buenas voces de los actores de doblaje Jordi Brau y Luis Posada, a quienes se les nota el oficio en las modulaciones bocales e inflexiones sonoras, que bien pudieron mejorarse -en un mucho- si se hubiese previamente trabajado en el acople acústico de sus micrófonos, pues en algunos momentos, por el mero efecto de la saturación sonora en la ubicación de aquellos era poco audible el texto hablado. Hubo momentos, en cuanto a la iluminación del escenario que quedaron, ciertas partes de los fotogramas o de los cortos fragmentos de las películas, un tanto opacos y sin la definición visual adecuada, por mor de las barras o truss de luces azules cenitales que estaban colocadas entre bambalinas. Manuel Cabrera
Últimos comentarios