TOSCA (G. PUCCINI)

Teatro Real de Madrid. 17 Julio 2021

Se trata del 2º de los repartos programados, cuyo resultado ha quedado claramente por debajo del primer reparto, al menos en términos vocales.

Como el día anterior, se vuelve a ofrecer la producción de Paco Azorín y no hay novedades respecto a lo dicho ayer.

Tampoco hay nada que añadir a lo dicho ayer sobre la dirección musical de Nicola Luisotti. En todo caso, podría decir que me pareció que hubo menos exceso de volumen en algunos pasajes.

Escena

El reparto vocal no ha contado con grades figuras y su resultado no ha ido mucho más allá de lo que los latinos consideraban una “aurea mediocritas”.

La nueva Floria Tosca fue interpretada por soprano italiana Maria Agresta, a quien ya habíamos tenido ocasión de ver en el Teatro Real anteriormente en títulos como Il Trovatore, Don Carlo o Norma. En mi opinión esta soprano ha perdido interés en comparación con la que pudimos escuchar hace unos 5 años. Su voz ha perdido amplitud en este tiempo y su adecuación al personaje de Tosca resulta muy discutible, como ocurría también en ocasiones anteriores. No se puede decir que su actuación quedará para el recuerdo, aunque hay que decir que su mayor problema radicó en el hecho de tener que cantar al día siguiente de que lo hiciera Sondra Radvanovsky. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero también inevitables y la distancia entre las dos es muy grande. 

El tenor americano Michael Fabiano era el pintor Mario Cavaradossi y es bien conocido en Madrid, donde ha cantado en varias ocasiones en el pasado. Sigue ofreciendo un centro de calidad y es buen cantante, con el hándicap de que sus notas altas son siempre abiertas y un tanto forzadas. Pasó sin relieve por Recondita armonia, ofreciendo lo mejor de su actuación en el aria del tercer acto.

Maria Agresta y Michael Fabiano

Finalmente, el Barón Scarpia era el barítono armenio Gevork Hakobyan, que debutaba en el Teatro Real, aunque hemos tenido ocasión de verle en el Palau de Les Arts de Valencia en bastantes ocasiones. También él ha tenido el problema de cantar al día siguiente de que lo hiciera Carlos Álvarez y la diferencia es considerable. La voz es atractiva, pero tiene tendencia a quedarse atrás, especialmente en las notas altas. Como intérprete deja algo que desear y el personaje requiere dotes claras de actor.

Repetían todos los comprimarios, cuyas actuaciones fueron similares a las de ayer. 

El Teatro Real estaba lleno con algunas limitaciones de aforo por la pandemia, aunque me dio la impresión de las citadas limitaciones eran menos que las del día anterior. El público se mostró cálido durante la representación, aunque no hubo grandes aplausos a escena abierta. 

La representación comenzó puntualmente y tuvo una duración de 2 horas y 25 minutos, incluyendo un intermedio y una breve parada entre los dos últimos actos. Duración musical de 1 hora y 55 minutos. Obviamente, no hubo bis de Vissi d’arte.

En los saludos finales los mayores aplausos fueron para Luisotti y Fabiano. José M. Irurzun    

Fotos: J. del Real