Critica: Buenas compañías en el Teatro Real
Buenas compañías
Critica de clásica / Teatro Real
Obras de Chapí, Chueca, Sorozábal y otros. José Bros (tenor) y Ruth Iniesta (soprano). Orquesta Titular del Teatro Real. Dirección musical: José María Moreno. 26 de abril
Para celebrar los veinticinco años sobre el escenario del Teatro Real, José Bros ofreció un recital zarzuelístico rodeado de continuas demostraciones de cariño por parte del público y, sobre todo, de la buena compañía de Ruth Iniesta, complemento ideal cuando el programa se orilla tanto hacia el mundo lírico.
José Bros ha cimentado su carrera en una cuidada selección de papeles que han ido entrando en su repertorio en el momento justo de madurez. La edad le ha restado algunas cosas pero le ha aportado más en la ecuación general del canto. Entre estas últimas está su dicción impecable, una zona de pasaje resuelta con naturalidad y ese timbre tan peculiar que se ajusta a la piel de muchos personajes. Por el otro lado, su nasalidad se ha agudizado y el registro sobreagudo ha trocado su vibrato natural por una ondulación interválica tan grande que pierde musicalidad. En este programa se vieron antes los aciertos que las carencias, y tras un arranque un poco frío sus intervenciones se fueron entonando hasta su momento álgido, el “Todos lo saben” de La tabernera del puertode Sorozábal.
Siempre es síntoma de inteligencia rodearse de los mejores, y en este caso el tenor catalán no tuvo reparos en compartir escenario con una de las cantantes españolas más en forma, aunque esa elección le robase buena parte del protagonismo. Entre una y otra representación de Falstaff(donde encarna a Nanetta) Ruth Iniesta demostró generosidad vocal, descaro y capacidad técnica a raudales. Su experiencia en el mundo de la zarzuela se traduce en una notable soltura actoral y un conocimiento muy íntimo de los códigos propios del género. Agudo fácil, buena proyección y musicalidad en el fraseo se juntaron más que en ninguna pieza en “Me llaman la primorosa”, del Barbero de Sevillade Gerónimo Giménez.
Fue llamativa la falta de sintonía de la Orquesta Titular del Teatro Real con el director musical de la velada, José María Moreno. Imprecisiones, entradas postergadas y algunas faltas de entendimiento lastraron las dos piezas instrumentales ofrecidas –en particular el preludio de La Revoltosa– y algunas de las vocales. El balance tampoco estuvo cuidado en muchos momentos, con desequilibrios en metales o percusión y tapando al tenor a menudo. Una prestación, en definitiva, muy falta de entusiasmo. En cualquier caso el público disfrutó enormemente del repertorio y de sus protagonistas, haciendo que los cantantes regalaran seis propinas entre continuas ovaciones y encendidos aplausos. Mario Muñoz Carrasco
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