Crítica: Concurso Tenor Viñas 2020
CONCIERTO CONCURSO VIÑAS
Liceu de Barcelona. 26 Enero 2020.
Como todos los años se celebra este mes el Concurso de Canto Tenor Viñas, que es uno de los más importantes del mundo. Yo diría que junto a Operalia y el de Cardiff (éste cada dos años), forma el gran podio de los concursos de canto. Basta pararse un poco a ver el número de cantantes inscritos, sus nacionalidades y las pruebas preliminares que tienen lugar en teatros de gran importancia, como es el caso del Metropolitan o el Covent Garden por no citar más que a dos.
Como siempre, la prueba final del concurso tuvo lugar el pasado viernes y el domingo tiene lugar el concierto de los ganadores y la entrega de premios. Tengo que decir que han sido 8 los cantantes que han actuado en el concierto y su nivel global me ha parecido alto, lo que pone en evidencia la importancia del concurso, en cuyo jurado hay figuras tan destacadas como Mariella Devia o Richard Bonynge, aparte de Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, estando todos ellos presididos por Víctor García de Gomar, director artístico del Liceu de Barcelona.
El concierto ha constado de dos partes, dejando a los ganadores de los tres primeros premios para la segunda, que se abrió con la entrega de galardones.
Se abrió el concierto con el bajo barítono español Manuel Fuentes, ganador del premio Plácido Domingo al mejor cantante español. Interpretó el aria Vi ravviso de La Sonnambula de Bellini, mostrando un sonido algo gutural, buena línea de canto, volumen algo reducido y quedando algo corto en las notas bajas.
El bajo rumano Alexander Köpeczi, ganador del Premio de la OpernWerkstatt, interpretó Il Lacerato Spirito, de Simón Boccanegra, de Giuseppe Verdi, mostrando una atractiva voz de bajo.
Siguió la soprano venezolana María Brea, ganadora del 6º premio y del premio a la mejor interpretación de zarzuela. Cantó en primer lugar Depuis le jour, de la Louise de Charpentier, donde me produjo una buena impresión, con voz atractiva y sabiendo apianar. A continuación, cantó la romanza Me llaman la primorosa, de la zarzuela El Barbero de Sevilla, donde me gustó menos, con una dicción deficiente.
La mezzo soprano americana Melissa Zgouridi, ganadora del 5º premio, cantó el aria de Olga, de Eugene Onegin y el aria de las Cartas del Werther de Massenet. La impresión fue positiva, con voz atractiva, amplia y bien manejada.
Terminó la primera parte con la actuación del barítono coreano Insik Choi, ganador del 4º premio y del premio del público. Cantó en primer lugar el aria de Ford en el Falstaff de Giuseppe Verdi y terminó con el aria de Gerard Nemico della patria, de Andrea Chenier. Es un barítono lírico de voz amplia y atractiva, aunque su canto puede resultar un tanto monótono. Cantó mejor la segunda de las arias.
En la segunda parte abrió el concierto la soprano chilena Yaritza Véliz Aquea, ganadora del tercer premio del concurso. Interpretó en primer lugar el aria de Micaela, de la Carmen de Bizet, a la que siguió el aria de Mimí en el primer acto de La Bohème. Mi impresión es muy positiva. Se trata de una soprano lírica, que canta con gusto y expresa perfectamente. Para mí ha sido una de las mejores sorpresas de la noche.
La mezzosoprano de Georgia Natalia Kutateladze, ganadora del 2º premio del concurso, interpretó en primer lugar la Habanera de Carmen y a continuación el aria de Leonora en la Favorita O mio Fernando. Me gustó más en la primera que en la segunda. La voz es atractiva y canta bien, aunque me resultó un tanto monótona en Donizetti.
Para el final fue la actuación de la ganadora del Concurso, la mezzo soprano rusa Victoria Karkacheva, que cantó en primer lugar el aria de Paulina en La Dama de Picas para terminar con el aria y cabaletta de Romeo en I Capuleti, de Bellini. La voz es importante y bien manejada, destacando en la cabaletta de Romeo. Le noté algo apretada en los dos extremos de la tesitura.
La dirección musical corrió a cargo de Francesc Prat, que acompañó con atención adecuadamente a los jóvenes al frente de la Orquesta Sinfónica del Liceu,
El Liceu estaba prácticamente lleno, con excepción de las localidades de visibilidad reducida o nula. El público se mostró siempre cálido con los jóvenes cantantes.
El concierto comenzó puntualmente y tuvo una duración total de 2 horas y 26 minutos, incluyendo un intermedio y la entrega de premios referida más arriba, que cubrió casi media hora en total.
El precio de la localidad más cara era de 29 euros, habiendo butacas de platea desde 20 euros. La localidad más barata costaba 10 euros.
José M. Irurzun
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