Crítica: Concierto de Navidad de la Coral Aita Donostia
ELEGANTE SENCILLEZ
Obras de Reading, del Cancionero de Upsala, Baring-Gould/Melvilla, Grüber, Donostia, Elberdin, Urteaga, Sarasola, Guridi, Rutter, Haendel, Saint Saëns, Ercilla y Berlin. Voces solistas: Ana Otxoa (soprano) y Javier Alberdi (baritenor). Coro: Aita Donostia. Pianista: Ángela Agüeros. Organista: Gerardo Rifón. Director: Javier Alberdi. Iglesia Ntra. Sra. de Lourdes, San Sebastián, 18-XII-2023
Cuando el Duque de Wellington, tras la dramática destrucción de San Sebastián en 1813, hacía su entrada por la Calle Mayor de la ciudad, acompañado de su ayudante de campo y con la asistencia de un amanuense y de un dibujante para dejar constancia del nivel de ruina habido, se sorprendió como en los escombros de varias casas señoriales había restos de instrumentos musicales.
Viene ello a cuento para dejar constancia de la gran tradición que en arte de Euterpe tiene La Bella Easo, que ahora, de un modo especial en fechas navideñas, son muchos los conciertos que celebran la efeméride del nacimiento (según la tradición) del Hijo de Dios. Emanuel, bien merece a atención, si a herr Beckmesser le place dar luz a estas líneas, analizar el trabajo del encuentro canoro con un coro humilde, ajeno a toda pompa y circunstancia, integrado por mujeres y hombres ya pasantes los seis decenios, que constituye el sostén de la señera Semana Internacional de Canto Aita Donostia, que en el año entrante cumplirá su vigésimo séptima edición.
Fue un concierto programado tan solo con temas de Nadal (villancicos, carols, christmas), emotivo y realizado con absoluta entrega, pletórica fuerza en la idea del canto en consuno, a la par que barnizado en una patente y elegante sencillez. Desde un canto a la alegría mediante el Adeste Fideles, en la versión de Reading, pasando por la ternura que concita Oi Bethleen del capuchino Aita Donostia -nacido José Gonzalo Zulaica-, o por el añorante Ator Ator de Jesús Guridi, o el pletórico en júbilo que es Joy to the world de Haendel, para finalizar, a modo de bis, con el famoso Hallelujah perteneciente al oratorio ‘El Mesías’ propio de la Pascua de Resurrección.
La Coral Aita Donostia, tanto en el presbiterio del templo como en la segunda parte en el coro, donde mejoró por una mejor acústica, siempre estuvo afinada y correctamente compensada en sus cuerdas. Atento a las manos de su rector Javier Alberdi quien, con muchos años de sabiduría musical sobre sus hombros, aplicó la calidez de su voz para hacer un entregado solo en White Christmas de Irving Berlin. La joven pianista Ángela Agüeros dio buena cuenta de estar en el correcto camino de sus estudios, del mismo modo que resultó agradable el contracanto que la voz de la soprano Ana Otxoa llevo a cabo en la mencionada obra de Guridi. Gerardo Rifón dejó patente su calidad inaugurando la restauración del órgano del templo con óptimo colorido. El respetable, puesto en pie, ovacionó a unos artistas que cuentan con muchas adhesiones en la ciudad. Manuel Cabrera
Bach está para deslizar un cuento que anule la congoga. Pero, ciertamente, el viento siempre se acopla en las raíces.
Poeta te celebro.