Crítica: Cuando Doña Francisquita es Fernando
Cuando Doña Francisquita es Fernando
“DOÑA FRANCISQUITA” de Vives. María José Moreno, Mónica Redondo, Milagros Martín, Lucía Millán, Ismael Jordi, Santos Ariño. Jesús Álvarez, Antonio Torres, Luis Pacetti, etc. Orquesta Filarmónica de Málaga. Coro de Ópera de Málaga. Orquesta de Pulso y Púa de Málaga. Coreografía: Javier Latorre. Dirección de escena: Francisco López. Dirección del coro: María del Mar Muñoz Varo. Dirección musical: José María Moreno. Teatro Cervantes. Málaga, 29 de septiembre de 2023.
En el mismo día de la función almorzaba en un magnífico restaurante de Fuengirola, especializado en pescado, en donde algún comensal se tuvo que cambiar de mesa ante el bullicio que producía un grupo de casi una veintena. Todo era vocerío. El ruido es uno de los males de nuestro tiempo y no sólo en su sentido estricto. También se va contagiando a las salas musicales. Si las orquestas elevaron hace décadas el diapasón, últimamente se afanan por hacerlo con el volumen, lo que obliga a que los cantantes se tengan que esforzar para dejarse oír y, a veces, caer en el grito. Pero parece que al público le gusta y sólo hay que comprobar la diferencia de ovaciones cuando el volumen satura frente a las partituras suaves. En fin…
Eso sucedió en parte en la “Francisquita” que abría la temporada del Teatro Cervantes malagueño recordando el centenario de la obra.. Decibelios dentro y fuera, porque nadie se puede imaginar la animación de las calles de una Málaga que se ha convertido en la capital andaluza. Ciudad con creciente actividad en todos los sentidos y hasta con una subida del agua del 45%.
José María Moreno se decantó por la sonoridad, con lo que abundaron los trazos gruesos en detrimento del detalle y, en ocasiones, el batiburrillo. María José Moreno, muy correcta como protagonista, pero con la voz no tan fresca como hace años. Cumplió, como la veterana Milagros Martín, que hace honora su nombre o el buen actor Jesús Alvarez como Cardona, el Don Matías de Santos Ariño o la Aurora de Mónica Redondo y el resto del reparto, en el que se hizo notar la importante voz de Luis Pacetti como leñador y sereno.
Pero, entre tanta sonoridad, Ismael Jordi, cuyo caudal vocal ha crecido, pudo hacer alguna de las suyas y matizar el papel de Fernando con medias voces, filados y pianos. Toda una lección de canto que le convirtió en el auténtico protagonista. Cierto es que la belleza de la voz no es envidiable, como tampoco lo fueron las de Kraus o Bergonzi, sin duda dos doctores del canto, pero fue un placer escuchar “Por el humo…” o frases como las del dúo con Aurora “Bien sabes tu que te quería”.
La producción, proveniente del Villamarta jerezano, cumple a la perfección bajo la animada dirección escénica de Francisco López para solistas, coro, figurantes y cuerpos de baile, que acierta hasta en el modo de presentar los saludos finales de los artistas. Con todo ello, disfrutó el público que llenaba el Cervantes. Una observación: apenas media docena de mascarillas con la que está cayendo, aunque nos lo oculten. Tengan cuidado. Gonzalo Alonso
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