Crítica de libro: El Dios de Mozart. Entrar en el alma de Wolfgang
Crítica de libro: El Dios de Mozart
Entrar en el alma de Wolfgang
Título: El Dios de Mozart. Autor: Fernando Ortega. Editorial: Herder. Páginas: 239. ISBN: 978-84-254-4350-3. Precio: 20 euros
Tal vez sea -estando cercanos Bach o Beethoven- el compositor de música sobre quien más se ha escrito, tanto en tratados de análisis musicales, como en biografías totales o visiones parciales de su vida; sobre sus vínculos humanos, en relación con el entorno social en el que vivió, respecto al estudio de su epistología, en lo que atañe a sus relaciones con el poder, o en relación con su vinculación masónica, incluso desde el aspecto psicológico de lo que se ha venido a llamar ‘el efecto Mozart’. Lo cierto es que sobre el joven Amadeus, en texto escrito, ha habido una permanente atención a partir de su muerte hasta nuestros días. Psicólogos, poetas, novelistas, dramaturgos, filósofos ….
Pero -ese pero vital que renuncia a lo absoluto- no había visto la luz un tratado que se adentrara en la espiritualidad del alma de Wolfgang a través de su música y de los textos cantados a los que pone voz. Ha sido el jesuita Fernando Ortega, Doctor en Teología por la romana Universidad Pontificia Santo Tomás de Aquino, autor de diversos libros y artículos referentes a la hermenéutica teológica en el pensamiento musical del Genio de Salzburgo, quien indaga sobre el concepto que Mozart tenía sobre Dios.
Se está ante un libro elegante en el modo de expresión, ameno y muy comprensible, en el que se analiza la realidad espiritual de Mozart, resultando tan patente que hace casi imposible el no abstraerse, incluso para el pensamiento agnóstico, de la existencia de Dios en su inteligencia humana.
El prólogo que encabeza este trabajo de Fernando Ortega viene dado por el bonaerense Pablo Gianera, crítico musical y literario, amén de profesor en el Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla, lo que le dota de una auctoritas que avala la calidad de estas 239 páginas, exponiendo que “la propia música mozartiana tiene un elemento teológico que pide exteriorizarse.
El método expositivo en este libro crea una permanente sugerencia que invita a su lectura ya que aplica dos visiones concurrentes y confluyentes. Por un lado está la primera parte dedicada a ‘El Dios de Mozart’, donde se analiza aspectos tan sugerentes como el viaje hacia el estoicismo mozartiano o la rectificación de su espiritualidad hacia una ópera de amor, concretada en Le nozze di Figaro, K. 492. Por otro, en la segunda parte, se navega por el tránsito de cómo es ‘El Mozart de Dios’, haciendo desglose espiritual de la música que contiene el breve Ave verum Corpus, K. 618.
Finaliza el autor este ensayo, de recomendada lectura, exponiendo en cuatro páginas que titula ‘Mi Amadeus’ la firmeza de su fe a través de la música de Mozart.
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