Crítica: Debut Pretty Yende en ABAO. Loable prólogo de ABAO
PRETTY YENDE (ABAO)
Loable prólogo de ABAO
Fecha: 9-X-2021. Lugar: Palacio Euskalduna. Programa: obras de Bellini, Donizetti, Rossini, Liszt, Massenet. Propinas: Una voce poco fa (‘Il barbiere di Siviglia’, de Rossini), Me llaman la primorosa (‘El barbero de Sevilla’, de Gerónimo Giménez), e I want to be a primadonna (‘The Enchantress’, de Victor Herbert). Cantante: Pretty Yende. Pianista: Michael d’Elia. Producción: ABAO/Ópera Bilbao
Se disfrutó con el canto de una soprano lírico-ligera, surafricana, de 35 años de edad, ganadora del certamen Operalia del año 2011 (lo que dice mucho a su favor), que ha supuesto el prólogo de la que, sobre el papel, promete ser una bonita temporada lírica diseñada por ABAO/Bilbao Ópera, para la temporada 2021-2022, en la esperanza de que el bicho pandémico nos abandone de una vez por todas, ahora que en el País Vasco se ha levantado, dos días antes del evento, las restricciones de asistentes a espacios culturales que se desarrollen en locales cerrados, pese a mantener la cada vez más incomoda mascarilla, con la que respiramos tan solo el 60% de aire externo en relación con el que expiramos. Ese fue el motivo por el que los presentes en el concierto no superaron el límite de 800 personas impuesto con anterioridad. Al ente lírico bilbaíno privado esta decisión política/administrativa le cogió, involuntariamente, con el paso cambiado. Pero así son -tristemente- las veleidades de quienes llevan la gobernanza de la res publicae.
¡Venga al tajo! Yende es una cantante con una voz de muchos kilates en un diamante canoro que requiere un doble y muy ajustado, a la par que finísimo, pulido. El primero, es que su dicción con el italiano y el español escuchados carecen de la nitidez suficiente para una buena audición. El segundo, mana en que dentro de la zona alta de su registro agudo la tensión de la emisión de voz no se mantiene en la misma luminosa línea de pureza y aparecen unas leves disfunciones de irregularidades tímbricas. Por lo escuchado es ella quien sabe lo que pasa allí arriba y evita subir por encima de la nota SI en la segunda escala. Ahí hace falta una especial concentración que puede lograrse durante el desarrollo de una ópera pero que es difícil dominar en un recital.
De todo el programa interpretado resultaron de un elegante relieve técnico, dentro de los ‘Tre sonetti di Patrarca’ de Franz Liszt, el “Benedetto sía´l giorno” por el especial cuidado en la intencionalidad expresiva y por el desarrollo de una media voz apianada con mucha pureza: y, por otro lado, la llamada escena final de ‘La Sonnambula’ de Vincenzo Bellini, para el papel de Amina por los fragmentos “L’anello … l’anello”, y “Ah! non giunge uman pensiero”, obteniendo unánime éxito con el clamor y los aplausos del respetable.
En las tres propinas reseñadas, ya fuera de programa, Yende se mostró mucho más suelta en las exigencias del canto, luciendo una rica coloratura y haciendo unas especiales versiones, con uso de notas de adorno que no figuran en el pentagrama oficial pero que fueron de total agrado para el público, sobre todo en la última, que traducida al idioma cervantino significa (+/) “Quiero ser una primadonna”, cantada con soltura y buenas maneras corpóreas.
A semejante altura de calidad no llegó el pianista d’Elia, pese a estar bien compenetrado con la soprano. De su teclado, con la tapa del instrumento demasiado abierta, no aparecieron las modulaciones sonoras que son precisas en un buen repertorista acompañante, resultando soso y poco atractivo su solo sobre la versión de la famosa “Meditation” de la ópera ‘Thaïs’ de Jules Massenet. ABAO, que suele ser fiel con cantantes del lustro vocal como es el de esta surafricana, seguro que contará con ella para futuras actuaciones. Manuel Cabrera
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