Crítica: Estreno mundial de una ópera de Donizetti en Bérgamo
L’ANGE DE NISIDA (G. DONIZETTI)
Estreno mundial en representación escénica
Teatro Donizetti de Bérgamo. 21 Noviembre 2019
Como todos los años en la segunda quincena de noviembre, Bérgamo organiza el Festival Donizetti, dedicado a su hijo más ilustre. El Festival siempre ofrece alguna rareza del amplio catálogo de óperas de Gaetano Donizetti y así este año son dos los títulos especiales que componen el programa. Por un lado, tenemos la primera representación absoluta en escena de L’Ange de Nisida, en la que posteriormente se basará la más conocida La Favorita, a la que seguirá otro título poco habitual como es Pietro Il Grande. Entre ambos se situará la más conocida Lucrezia Borgia, que cuenta además con un reparto atractivo. Así que, una vez más el viaje a Bérgamo es una especie de parada obligatoria en el programa de ópera anual de muchos aficionados del mundo, que aquí se dan cita en estas fechas.
Esta ópera es un caso muy especial en la obra de Gaetano Donizetti, ya que la compuso, pero no se llegó a estrenar ni a terminar totalmente, siendo ésta la primera vez que se puede ver en representación escénica con una partitura en la que ha trabajado mucho para su reconstrucción Candida Matica, presente, por cierto, en el teatro. Anteriormente, en julio de 2018, se pudo ver en concierto en el Covent Garden de Londres.
La obra tiene su origen en la segunda estancia de Donizetti en París, donde había triunfado, especialmente con la versión francesa de Lucia di Lammermoor. Entonces eran 3 los grandes teatros de ópera en la capital gala, cada uno de ellos con sus características especiales en cuanto a la programación que ofrecían. Este trío estaba encabezado por la conocida como l’Opera, a la que acompañaban el Teatro de los Italianos y la Ópera Comique. En 1838 se añade a ellos el Théâtre de la Rainassance, con cuyo empresario contrata Donizetti y, precisamente, para estrenar la ópera que ahora nos ocupa y que no llegó a tener lugar, ya que el empresario quebró antes del estreno. Eso hizo que finalmente fue L’Opera quien recogiera la obra del bergamasco, pero tenía que ser con los propios libretistas del teatro. De ahí que la obra pasa a ser La Favorite, utilizando el compositor parcialmente música compuesta para L’Ange de Nisida, aunque las conocidas arias de La Favorite están ausentes de la ópera nonata.
Como digo, las bien conocidas arias de La Favorita no están presentes en L’Ange de Nisida, aunque sí se utiliza el material musical de esta última en algunos dúos y en la denuncia de la Santa Sede a través del monje, así como en la escena de la renuncia de Fernando (aquí Leone), aparte del dúo final de los dos protagonistas. La verdad es que la ópera tiene menos calidad musical que La Favorita, aunque también dudo de que ésta hubiera sido la versión definitiva de la ópera, ya que me cuesta creer que Donizetti hubiera dejado la ópera con únicamente tres arias, cuando en La Favorita y en otras óperas suyas son notablemente más numerosas. Curiosamente, en la primera parte de la ópera el personaje de Don Gaspar interpreta música, que más tarde pasará a Don Pasquale. En cualquier caso, se agradece que haya existido la iniciativa de darnos a conocer esta ópera.
Como digo más arriba, es ésta la primera representación escénica de la ópera y se ha hecho en el Teatro Donizetti, que está en obras desde hace algún tiempo y en unas condiciones un tanto precarias. Efectivamente, el escenario ha pasado a ser el patio de butacas, estando los espectadores en los palcos de alrededor y en el escenario propiamente dicho al fondo del teatro.
La producción escénica lleva la firma del italiano Francesco Micheli, que hace un trabajo correcto en las circunstancias. Evidentemente, en estas condiciones precarias no hay escenografía propiamente dicha, contando con un vestuario de Margherita Baldoni, que sitúa la acción en tiempos más o menos actuales y, únicamente, en la ceremonia de los supuestos esponsales de los protagonistas se nos ofrece un vestuario de época medieval vistoso y atractivo, hecho, por cierto, con papeles. La iluminación de Alessandro Andreoli no tiene mucho atractivo, utilizando el suelo del teatro para ofrecer algunas proyecciones de imágenes. El coro se sitúa en la primera parte en los palcos superiores, mientras que aparece en escena en la segunda.
La producción funciona de manera adecuada, narrando bien la trama, aunque tiene que lidiar con los condicionantes del estado de las obras del teatro.
La dirección musical ha corrido a cargo del francés Jean-Luc Tingaud, cuya lectura me ha parecido un tanto plana al inicio de la ópera, para ir ganando en interés y energía en toda la segunda parte. Me pareció mejor la que ofreció Mark Elder en Londres, pero la del francés también me ha resultado interesante en la segunda parte. A sus órdenes estuvo una buena Orquesta Donizetti Opera y el Coro Donizetti Opera.
El reparto vocal resultaba más bien modesto, ya que los dos protagonistas principales de la ópera eran más bien desconocidos. Al final las cosas han funcionado de manera mejor de lo que podía esperarse de antemano.
Aunque el Ángel de Nisida es la Condesa Sylvia, el gran protagonista de la ópera, como ocurre en La Favorita, es el tenor, que aquí no es Fernando sino Leone. Fue su intérprete el tenor coreano Konu Kim, joven cantante que procede de la Escuela de Jóvenes del Covent Garden de Londres. Su actuación me ha resultado la más interesante de todo el reparto, aunque no toda ella estuvo al mismo nivel. Es el único personaje al que Donizetti dedica dos arias en esta ópera y fueron resueltas de manera correcta y hasta brillante. La voz tiene atractivo, no teniendo problemas en las notas más altas. Hubo algunos destellos de cantante caro en la segunda de sus arias, que es la que fue más tarde sustituida por el Spirto Gentil.
Sylvia, la favorita del rey Fernando de Aragón, fue interpretada por la joven (23) soprano rusa Lidia Fridman, que se dio a conocer el verano pasado en el Festival de Martina Franca, sustituyendo a Carmela Remigio. La voz es atractiva y bien manejada, sin problemas de tesitura y sabe expresar sentimientos cantando. Tiene que madurar, pero la impresión es positiva.
El cantante más hecho del reparto era el barítono francés Florian Sempey, que dio vida al Rey Fernando de Aragón. La voz tiene amplitud y resulta adecuado, aunque encontré su canto un tanto monótono y no excesivo en cuanto a matices.
Más modesto fue el intérprete de Don Gaspar, que aquí es una bajo-barítono de corte bufo. Fue interpretado por Roberto Lorenzi.
El más flojo del reparto fue para mi gusto el bajo Federico Bonetti como El Monje (Balthazar en La Favorita), con voz de escaso atractivo y reducida de volumen.
El Teatro Donizetti estaba lleno en sus localidades disponibles. El público se mostró cálido con los artistas, especialmente en las arias de Leone. Hubo aplausos para todos, especialmente para los dos principales protagonistas.
La representación comenzó con 9 minutos de retraso y tuvo una duración de 3 horas y 17 minutos, incluyendo un intermedio. Duración musical de 2 hora y 40 minutos. Once minutos de aplausos, un tanto arrastrados.
El precio de la localidad más acara era de 85 euros, constando la más barata 28 euros. José M. Irurzun
Fotos: W. Vitale
Siempre es bueno escuchar operas, nuevas viejas, con cantantes jovenes o los mas renombrados
Es muy satisfactorio!! Muy completo!!!
Suscinta y clara la critica . Me agrada.