Critica: Excelente Pasión orquestal y coralmente
LA PASIÓN SEGÚN SAN JUAN (J. S. BACH)
Auditorio El Baluarte de Pamplona. 13 Abril 2019.
Suele ser muy habitual en fechas de Cuaresma y Semana Santa que las salas de conciertos ofrezcan lo que se ha dado en llamar música sacra, ocupando un lugar destacado las distintas Pasiones que compusiera Johann Sebastian Bach. De ellas no se han conservado más que dos, las de San Mateo y San Juan, y de esas dos grandes obras es la primera de ellas la que siempre ha tenido más popularidad, en el sentido de ser programada con mayor frecuencia. Parece, sin embargo, que este año no está ocurriendo así, ya que es la Pasión según San Juan la que se anuncia con bastante frecuencia. Bastará recordar que el mes pasado se pudo ver en el Auditorio de Madrid dentro de la gira de Les Arts Florissants bajo la dirección de William Christie. En estos días otro grande de la dirección, como es Sir Simon Rattle, también la está ofreciendo en distintas capitales europeas.
En Pamplona hemos podido disfrutar de la Pasión que nos ha ofrecido Daniel Reuss con la Orquesta del Siglo XVIII y La Capella Amsterdam. Ha sido un excelente concierto el que nos ha ofrecido, especialmente en términos orquestales y corales, aunque la parte vocal no ha brillado con la misma intensidad.
Como digo, la dirección musical ha corrido a cargo del holandés Daniel Reuss, con cuya interpretación hemos podido disfrutar. Es verdad que en la primera parte del concierto yo recordaba con añoranza el concierto que nos ofreció William Christie en Madrid el mes pasado, pero en la segunda parte ha brillado todo mucho más, habiendo emoción, y así hemos podido asistir a una excelente interpretación por parte de la Orchestra of the XVIII Century, con algunos elementos excepcionales, entre los que no puedo dejar de mencionar los dos musicalísimos chelos. La parte coral, tan importante en este oratorio, contó con una magnifica Capella Amsterdam, de la que, por cierto, es su director Daniel Reuss. La musicalidad y calidad de este conjunto de 23 voces (11 hombres y 12 mujeres) fue excepcional, una vez pasado el coral que abre el concierto, donde hubo desajustes sorprendentes. A partir de ahí, su actuación fue intachable.
Si orquestal y coralmente el concierto ha rayado a gran altura, no puedo decir lo mismo de la parte vocal, que ha resultado bastante, por no decir muy modesta.
La parte del Evangelista fue interpretada por el tenor escocés Thomas Walker, cuya presencia suele ser bastante habitual en salas de concierto y teatros de ópera en música barroca. Es sabido que este personaje no tiene que cantar arias, pero es muy exigido en cuanto a expresividad, ya que es la parte fundamental del oratorio en términos vocales. Su actuación ha sido intachable en cuanto a musicalidad y expresividad se refiere, mientras que la belleza de su instrumento no está a la misma altura.
Tampoco tiene que cantar arias el personaje de Cristo, pero tiene mucho que cantar y tiene que transmitir emociones. Fue interpretado de manera destacable por el barítono holandés Henk Neven, que ofreció una voz pastosa y adecuada al personaje.
El tercer personaje individual de esta Pasión es el de Poncio Pilatos, que tampoco tiene que cantar arias, pero tiene importantes intervenciones en la segunda parte. Aquí fue bien interpretado por un miembro de la Capella Amsterdam, del que lamentablemente el programa no ofrece su nombre.
Del resto de solistas lo mejor corrió a cargo de la soprano inglesa Julia Doyle, que cantó con gusto sus dos arias, ofreciendo una buena línea de canto y una voz atractiva y bien manejada.
El tenor inglés Andrew Tortise me resultó poco convincente en sus 3 arias. El timbre no tiene mucha calidad, resultando un tanto corto por abajo y apretado en las notas altas.
En esta ocasión hemos tenido un contratenor en lugar de una mezzo soprano. Se trata deDaniel Elgersma, cuyo instrumento resulta un tanto reducido, aunque está bien manejado.
Por último, el barítono Nicoholas Mogg ofreció una voz un tanto clara y modesta, aunque bien emitida.
El Baluarte ofrecía una ocupación que no llegaría al 75 % de su aforo. El público dedicó una muy cálida acogida a los artistas en los saludos finales, que nunca fueron individuales. Los mayores aplausos se los llevó la Capella Amsterdam.
El concierto comenzó puntualmente y tuvo una duración de 2 horas y 12 minutos, incluyendo un intermedio. Duración musical de 1 hora y 51 minutos. Seis minutos de aplausos.
El precio de la localidad más cara era de 45 euros, costando 21 euros la más barata. José M. Irurzun
Fotos: I. Zaldúa
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